Entre un 10 y un 17% de la población sufre acúfenos o zumbidos en los oídos. Éste es un síntoma frecuente en la población, pero en la mayoría de los casos, no es molesta y no es preciso realizar ningún tratamiento específico.

“Suele ser un sonido como un pitido, zumbido, ruido de red eléctrica, etc. Los más frecuentes suelen ser los de tono agudo”, explican los especialistas de Clínica Universidad de Navarra.

Sí que hay casos en los que los síntomas causan importantes molestias y pueden incluso alterar el sueño, interferir en la concentración y en la realización de actividades cotidianas.

“Cuando los acúfenos afectan a la vida cotidiana y no se consigue un descanso adecuado, el paciente se encuentra más irritable y cada vez se afecta en mayor medida su calidad de vida”, indican.

¿Qué síntomas producen los acúfenos?

Los acúfenos no suelen ser un síntoma de una enfermedad grave, pero se debe acudir a un especialista para, en primer lugar, descartar un problema auditivo.

Las enfermedades en los que pueden presentarse son:

  • Hipoacusia (sordera o pérdida de audición).
  • Otitis.
  • Tapones de cerumen.
  • Tumores del sistema auditivo.

¿Cuáles son las causas de los acúfenos o pitidos en el oído?

Se desconocen qué los producen, pero se sabe que la causa de la molestia es una disfunción de la vía auditiva que es reversible y que puede tratarse con la terapia de reentrenamiento o habituación (TRT).

Los factores que pueden facilitar su aparición son:

  • Hipoacusia o pérdida de audición.
  • Infecciones de oído.
  • Exposición a ruidos fuertes.
  • Fármacos ototóxicos: ácido acetilsalicílico, quinina, algunos antibióticos, etc.
  • Tapones de cerumen.
  • Tumores del nervio acústico.
  • Otras causas como problemas en la columna vertebral, disfunción temporomandibular, hipertensión arterial, etc.

“Algunas circunstancias pueden hacer notar un aumento de los acúfenos en el oído como son los ruidos fuertes y situaciones de estrés”, exponen los especialistas.

¿Cómo se diagnostican los acúfenos?

Los acúfenos o tinnitus son una percepción de ruido en los oídos o en la cabeza, sin que exista una fuente exterior de sonido y sin que se registre una actividad vibratoria coclear, fenómeno que se produce ante un ruido exterior.

“Con frecuencia los pacientes con acúfenos refieren hiperacusia, un aumento de sensibilidad hacia los ruidos externos que hace que se toleren peor. Ante la presencia de este síntoma, es necesario explorar el oído y la vía auditiva para descartar que no exista un problema a nivel central”.

Si no existe causa que lo justifique y el paciente está muy molesto, se pueden realizar distintos tratamientos para mejorar estos ruidos.

Tratamiento de los acúfenos: terapia de reentrenamiento o habituación

Los especialistas de Clínica Universidad de Navarra informan sobre las siguientes medidas para tratar los acúfenos y destacan que «para lograr éxito en el tratamiento es imprescindible un equipo multidisciplinar formado por otorrinos, enfermería, audioprotesistas y especialistas en medicina psicosomática”.

Los especialistas del centro, indican que en la actualidad no existe ningún tratamiento farmacológico efectivo por lo que realizan una terapia de reentrenamiento o habituación (TRT).

“Se sabe que la causa de que un acúfeno moleste es la alteración de su procesamiento a nivel central en la vía auditiva. Gracias a la existencia de la plasticidad neural, podemos revertir esta alteración, devolviendo la normalidad a la vía auditiva, dejando el acúfeno a nivel subcortical (subconsciente) y quitando la molestia”, explican.

De esta forma, el acúfeno se convierte así en un estímulo irrelevante que el cerebro no detecta y, si en algún momento lo detectara, no causa molestia.

Este tratamiento requiere de dos pasos:

  • Consejo terapéutico: su objetivo es eliminar la significación negativa que el acúfeno tiene para el paciente, y se convierte en una señal neutra para el cerebro.
  • Terapia sonora para conseguir que el acúfeno se quede a nivel subcortical en la vía auditiva, de forma que no se perciba y deje de molestar.

Se ha de evitar el silencio y se recomienda el “enriquecimiento sonoro” del ambiente con música, radio, televisión de fondo, etc. Además, si no existe hipoacusia, se usarán generadores de sonido, unos pequeños dispositivos electrónicos que se ponen en los dos oídos y que emiten un ruido blanco. Se ha de consultar con el especialista su uso.

Cuando existe una pérdida de la audición o hipoacusia, los expertos recomiendan los audífonos que consiguen mejorar la audición y con ello corregir la alteración del procesamiento del acúfeno y que se note menos a nivel cortical.

“En el 95% de los pacientes, que siguen las indicaciones, se consigue quitar la molestia de los acúfenos devolviendo al paciente su calidad de vida”.

En los pacientes en los que existe una afectación importante del estado del ánimo, es recomendable el tratamiento psicológico y/o psicofarmacológico para reducir la ansiedad, mejorar la depresión, etc.