La infestación humana de piojos, también llamada pediculosis, es frecuente sobre todo en niños y se contagia con bastante facilidad. Especialmente en el inicio del curso escolar.

“Si su hijo padece pediculosis deberá comunicarlo de manera inmediata en el colegio para que se tomen las medidas oportunas de prevención”, subrayan los especialistas de Clínica Universidad de Navarra.

¿Cómo son los piojos?

 “Los piojos (pediculus humanus) son parásitos diminutos de insectos que se alimentan de la sangre humana. Estos viven en el cuero cabelludo y en el vello del ser humano. Suelen localizarse en la parte de atrás de la cabeza y detrás de los oídos”, indican desde Clínica.

El piojo adulto macho mide de 1 a 2 mm y las hembras de 3 a 4 mm. No tienen alas, su cuerpo es plano, tienen antenas y 6 patas. Estas terminan en una garra curva puntiaguda con las que se sujetan al pelo.

Si el huésped es humano puede vivir cerca de un mes. Si por el contrario no está en un ser humano, puede sobrevivir hasta 5 días. En ese tiempo, la hembra puede poner unos 200 huevos o liendres.

Pese a que son frecuentes en zonas con peores condiciones higiénicas, los piojos pueden aparecer en cualquier lugar. Suele ser más frecuente en niños pequeños, pero puede afectar también a los adultos.

¿Cuáles son los síntomas?

El principal síntoma de la pediculosis es el picor.

El motivo es que “cuando el piojo pica, inyecta una toxina en la piel, antes de succionar la sangre”, explican los especialistas quienes añaden que “el rasgado del área puede conducir a la sobreinfección de las lesiones”.

¿Cómo se pueden contagiar?

El contagio se ocasiona por el contacto directo y prolongado con una persona infestada.

Puede ocurrir al compartir objetos personales como cepillos, peines o gorros.

Para su contagio, no tiene nada que ver la higiene ya que “los piojos tienen predilección por los cabellos más limpios”.

¿Cómo descubrir los piojos y liendres?

Los piojos son bastante difíciles de encontrar: huyen de la luz y se mueven con rapidez. Por el contrario, las liendres son más fáciles de detectar.

Los especialistas de Clínica Universidad de Navarra explican cómo realizar un examen para encontrarlos:

  • Bajo una luz natural y brillante, dividir el cabello con las manos.
  • Examinar cerca del cuero cabelludo, especialmente en la nuca y detrás de las orejas.
  • Buscar unos puntitos blancos o marrones amarillentos. Estarán adheridos al cabello, muy cerca del cuero cabelludo. En el caso de los adultos, será más fácil encontrarlos con el cabello húmedo, ya que los movimientos de los parásitos serán más lentos. Además, se puede poner una toalla blanca sobre los hombros para ver mejor los piojos que van cayendo.
  • Las liendres recién puestas son casi transparentes. Por lo que conviene examinarlas desde diferentes ángulos. Para hacerlo, se debe dando la vuelta alrededor de la cabeza examinada. Para diferenciar las liendres de la caspa hay que intentar quitarlas del cabello. Si no se puede hacer fácilmente, es probable que sean liendres.

¿Cuál es el tratamiento contra los piojos?

Solo se debe tratar los individuos con una infestación activa, nunca como prevención porque esto contribuye al aumento de resistencias a los tratamientos”, subrayan los especialistas.

Por ello, “que haya un brote en un colegio no significa que todos los niños sufran pediculosis”, indican.

Cuando el niño o el adulto están infestados, desde Clínica Universidad de Navarra recomiendan en niños menores de dos años, evitar el tratamiento farmacológico. “Es preferible la eliminación mecánica”.

Para mayores de dos años y adultos, el tratamiento se basa en pediculicidas, eliminación mecánica de los piojos y liendres y, probablemente, medidas ambientales para prevenir la transmisión.

  • El tratamiento se aplica siempre sobre cabello seco, ayudándose de la eliminación manual de piojos y liendres.
  • “Las cremas y lociones son más eficaces que los champús, que se diluyen con el agua. También, pueden emplearse gorros de plástico, de 10 a 30 minutos, para aumentar la eficacia de las mismas”.
  • Tras haber dejado actuar el producto, se debe lavar el pelo con un champú normal, peinarlo y dejar que se seque al aire. Si el tratamiento se ha aplicado correctamente, esa persona ya dejaría de estar infestada por los piojos a las 24 horas.
  • Hay diferentes tratamientos que se pueden usar. Por ejemplo, “los preparados de permetrina en forma de tópicos al 1% y las lociones de malatión en diluciones al 0,5%, entre otros, son medicamentos efectivos que deben ser aplicados siguiendo las indicaciones médicas o del laboratorio para evitar problemas en cuanto a su toxicidad o efectos secundarios”, indican desde Clínica.
  • Muchos pediatras recomiendan repetir un segundo tratamiento a los siete días de haber realizado el primero. En este caso, hay que realizarlo “con un peine de metal con una separación de 0,1 mm entre sus dientes, con enjuagues humectantes previos que facilitan el arrastre de las liendres”. “Es conveniente realizar este peinado con liendrera cada 3 o 4 días, durante al menos dos semanas”.
  • Si los piojos o las liendres están en las cejas, barba o zonas pubianas puede necesitarse quitarlos uno por uno con pinza.

Es muy importante la desinfección de los elementos que se utilicen: pinzas, liendreras…

Si el individuo afectado, debido a las liendres y piojos, tiene heridas en la cabeza, debe acudir al médico antes de empezar con el tratamiento anti-piojos.

¿Qué medidas de control hay que seguir?

Los miembros de la familia de la persona afectada deben ser examinados. Si se encuentran infectados, deben tratarse al mismo tiempo.

Además del tratamiento de cada persona, “hay que seguir una serie de medidas en casa”, indican desde Clínica:

  • Lavar la ropa de cama e interior durante 5 minutos con agua bien caliente (al menos a 50 grados).
  • La ropa que no es lavable, como pueden ser sombreros, chaquetas o bufandas, debe ser lavada en seco.
  • Lavar los utensilios de uso personal, como los cepillos, con agua hirviendo durante 10 minutos. Otra opción es lavarlos con el champú o loción antipiojos.
  • Limpiar toda la casa con una aspiradora. Hay que poner más atención, en muebles con cojinería de relleno, cojines desmontables, almohadas, colchones y alfombras.

¿Piojos y mascotas?

Los especialistas de Clínica Universidad de Navarra explican que “los piojos que infectan a los humanos no parasitan en mascotas u otros animales, y los que parasitan animales no se contagian a las personas”.