El trabajo conjunto del Departamento de Urología y de la Unidad de Radiología Intervencionista de Clínica Universidad de Navarra ha confirmado que la embolización prostática es una alternativa al tratamiento farmacológico de la hiperplasia benigna, sin efectos secundarios para la salud sexual.

Además, más del 75 % de los pacientes que se han sometido a esta técnica mínimamente invasiva mejoran los síntomas urinarios de su patología prostática, evitando la necesidad de recurrir a medicamentos crónicos o periódicos y retrasando o evitando futuras intervenciones quirúrgicas.

El tumor benigno más habitual en varones

La hiperplasia benigna de próstata es el tumor benigno más común en los hombres.Con una prevalencia histológica que va del 8 % con 40 años al 90 % a partir de los 80, causa la muerte de 30 de cada 100.000 hombres en los países desarrollados y es una de las enfermedades que origina mayor gasto sanitario”, señalan desde el centro.

Los síntomas habituales del agrandamiento de la próstata son “el aumento diario de micciones, la dificultad creciente para iniciar la micción, el chorro de orina más fino y menos potente, y la sensación de vaciado incompleto de la orina”. Aproximadamente, el 75 % de los hombres con 80 años padecerán alguna manifestación clínica causada por la hipertrofia de próstata.

Una opción terapéutica

La embolización prostática es un procedimiento mínimamente invasivo e indoloro realizado mediante una punción en el brazo o en la ingle.

Es una técnica ambulatoria que permite al paciente continuar la vida normal tras solo un día después de someterse al procedimiento y que forma parte del abanico de tratamientos disponibles en el Centro de Próstata de Clínica Universidad de Navarra para la hiperplasia de próstata.

En palabras de Clínica Universidad de Navarra, este trabajo constata “una evidencia científica que facilita ya la vida de muchos hombres con hiperplasia benigna de próstata: la embolización prostática es una alternativa especialmente exitosa para pacientes en tratamiento farmacológico crónico y que aún no tienen indicación quirúrgica”.

Además, los beneficios de la embolización resaltan la inexistencia de complicaciones colaterales referidas a la salud sexual, como la eyaculación retrógrada, más comunes tras otros abordajes quirúrgicos contra el agrandamiento de la próstata”.

El Dr. Bernardino Miñana, coordinador del Área de Cáncer de Próstata del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra, considera que esta terapia, que se consolida con la revisión de las primeras series de pacientes, “supone un avance significativo para aquellos hombres con próstatas aumentadas de tamaño que no desean tratamientos farmacológicos o les provocan efectos indeseables, como la eyaculación retrógrada o la disfunción eréctil”.

Por su parte, el Dr. Alberto Alonso, especialista en Radiología Intervencionista de la Clínica, subraya que “estar a la vanguardia tecnológica en equipamiento de imagen radiológica en la evaluación previa y durante el procedimiento, así como en los más modernos materiales, nos permiten tratar de la manera más segura, rápida y eficaz a este tipo de pacientes”.

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