Aunque puede producirse durante todo el año, los casos de salmonelosis aumentan en verano, motivados por el calor y al incrementar las comidas que hacemos fuera de casa.

La salmonelosis, y las diarreas asociadas, se producen por la bacteria salmonela.

La salmonela es un género de bacterias gramnegativas perteneciente a la familia Enterobacteriaceae. Es un patógeno humano y animal importante, y es conocida por ser la causante de la salmonelosis, una infección gastrointestinal común. En su mayoría, las especies de salmonela son patógenas y su infección puede ocasionar graves problemas de salud e incluso la muerte si no se trata correctamente”, explican los especialistas de Clínica Universidad de Navarra.

La salmonela es un bacilo flagelado que permite su movimiento en ambientes líquidos. “La bacteria es aerobia y facultativamente anaerobia, lo que significa que puede sobrevivir y multiplicarse tanto en presencia como en ausencia de oxígeno, lo que contribuye a su capacidad para infectar diferentes partes del cuerpo”, añaden los expertos.

¿Dónde se puede encontrar la salmonela?

La mayoría de las infecciones por salmonela ocurren a través de la ingesta de alimentos contaminados: los más asociados con la infección por salmonela incluyen la carne de ave, los huevos, los productos lácteos no pasteurizados, y a veces frutas y verduras contaminadas.

“Una vez ingeridas, las bacterias pueden adherirse al epitelio intestinal, y luego penetrar y sobrevivir en las células epiteliales y las células inmunes”.

¿Qué provoca la salmonela?

La salmonelosis, la enfermedad causada por la salmonela, puede manifestarse de dos maneras principales: la fiebre tifoidea y la gastroenteritis.

  • La fiebre tifoidea es causada por la especie Salmonella Typhi y se caracteriza por fiebre alta, dolor abdominal, cefalea, constipación o diarrea y, en casos graves, puede causar complicaciones como la perforación intestinal y la hemorragia.
  • La gastroenteritis, comúnmente asociada con la infección por Salmonella Enteritidis, se caracteriza por síntomas más leves, como diarrea, fiebre, cólicos abdominales y vómitos.

¿Cómo se detecta la salmonela?

El diagnóstico de la infección se realiza mediante el cultivo de muestras de heces, sangre o alimentos sospechosos. “En algunos casos, se pueden utilizar pruebas serológicas o de PCR para detectar la bacteria o sus productos genéticos. La identificación rápida y precisa es esencial para el tratamiento efectivo de la infección y para prevenir la propagación de la enfermedad”, indican desde Clínica Universidad de Navarra.

¿Cómo se trata la salmonela?

El tratamiento de las infecciones por salmonela generalmente implica la rehidratación para reponer los líquidos y electrolitos perdidos debido a la diarrea.

En casos graves o en infecciones sistémicas, puede ser necesaria la administración de antibióticos. “Sin embargo, debido a la creciente resistencia a los antibióticos en muchas cepas de salmonella, es cada vez más importante seleccionar cuidadosamente el tratamiento antibiótico basándose en las pruebas de sensibilidad”, añaden.

¿Cómo se puede prevenir la salmonela y salmonelosis?

La prevención de la infección por salmonela implica principalmente prácticas seguras de manipulación de alimentos, como la cocción adecuada de los alimentos, el lavado de frutas y verduras, y la evitación de la contaminación cruzada en la cocina.

“También existen vacunas disponibles para la fiebre tifoidea, que pueden ser útiles para las personas que viajan a áreas donde la enfermedad es común”, concluyen los especialistas de Clínica Universidad de Navarra.