El exceso de hormonas tiroideas en el organismo produce el conocido trastorno del hipertiroidismo, una enfermedad cada vez más común. Por ello, es necesario conocer sus causas, sus tratamientos y, también, sus síntomas con más profundidad, ya que van mucho más allá del bocio. Desde Clínica Universidad de Navarra nos cuentan todo sobre esta enfermedad.

Causas del hipertiroidismo

Como indica el prefijo “hiper”, el hipertiroidismo es una enfermedad que se caracteriza por el exceso de la producción de hormonas tiroideas en el organismo. La causa más común de esta afección es la enfermedad de Graves-Basedow.

Este es un trastorno autoinmune que produce una serie de anticuerpos que, a su vez, sobreestimulan la glándula tiroides, creando un exceso de esta hormona. Los síntomas más notorios de esta enfermedad son los ojos saltones y la inflamación de las piernas.

También puede que se produzcan los llamados bocios (inflamación y generación de nódulos en la propia glándula tiroidea), aunque es más común en personas mayores.

Otras de las causas de la enfermedad del hipertiroidismo pueden ser la inflamación de la glándula de la tiroides, infecciones provocadas por virus o el uso de pastillas de hormonas tiroideas, que pueden llegar a descompensar esa producción de la hormona mencionada.

Síntomas del hipertiroidismo

Aunque el hipertiroidismo es una enfermedad cada vez más habitual, suele afectar con más frecuencia en las mujeres, sin importar su edad.

De hecho, incluso los recién nacidos de madres con el trastorno Graves-Basedow pueden sufrir el hipertiroidismo de forma temporal. Recordemos se trata de una enfermedad autoinmune, por lo que los anticuerpos de la madre pueden pasar al pequeño durante la gestación. Una vez detectado y controlado, el bebé puede recuperarse de esta afección sin mayor problema. 

Para detectar si una persona tiene o no hipertiroidismo es necesario realizar un diagnóstico médico. No obstante, hay distintos síntomas muy indicativos y que se deben tener en cuenta por el paciente cuando acuda a la consulta de su médico especializado y de confianza.

Todos estos síntomas proceden de una aceleración de las funciones del organismo, producidos por ese incremento descontrolado de las hormonas tiroideas. Veamos cuáles son los síntomas:

  • Insomnio
  • Cansancio inexplicable
  • Palpitaciones
  • Aumento del apetito
  • Diarreas
  • Reducción de peso
  • Temblor de manos
  • Mala tolerancia al calor
  • Sudoración fácil

El hecho de tener solo uno de estos síntomas no es razón suficiente para determinar o autodiagnosticar el padecimiento de esta enfermedad.

Sin embargo, si el paciente experimenta algunos de estos signos, debe ser comunicado a un médico experto, cuya responsabilidad será tener en cuenta este cuadro clínico y diagnosticar profesionalmente la enfermedad.

Se recomienda la realización de chequeos médicos de forma regular, precisamente, para evitar la falta de comunicación de estos síntomas y, consecuentemente, la falta de diagnóstico y tratamiento.

Es de vital importancia comunicar al personal médico si se están padeciendo estos síntomas, para atajar la enfermedad lo antes posible.

Los casos extremos de hipertiroidismo en los que la hiperactividad de la glándula tiroidea no puede ser controlada pueden desembocar en una crisis tireotóxica. No es necesariamente mortal, pero sí provocan que el paciente experimente deshidratación, arritmia cardiaca severa, taquicardia y obnubilación.

Lo mejor para la salud del paciente y de la familia es no llegar a estos extremos y confiar en el diagnóstico y tratamiento médico para paliar esta enfermedad controlable y curable.

Diagnóstico del hipertiroidismo

Llegados a este punto, la pregunta sobre cómo se diagnostica esta enfermedad es patente. Principalmente, hay dos maneras de detectar esta hiperactividad de la glándula tiroidea:

Cuando el paciente tiene bocio, se confirma la enfermedad con la detección elevada en sangre de las hormonas tipo T4 y T3.

Cuando se sospecha que el paciente está sufriendo la enfermedad de Graves Basedow, se realiza también un examen de sangre, en el que los valores a estudiar son la antitiroglobulina, los antimicrosomales y los TSI. Si estos anticuerpos cuentan con un valor positivo, efectivamente, el paciente tiene hipertiroidismo.

Por último, se puede realizar una gammagrafía tiroidea. La gammagrafía es una prueba diagnóstica perteneciente a la Medicina Nuclear. Esta consiste en la administración al paciente de una pequeña dosis de radioisótopos, que se infiltran en todo el organismo.

Una vez que se ha dado este proceso de asimilación se puede realizar un diagnóstico e investigación de la glándula tiroides y del bocio (tipo y función), gracias a una cámara de rayos gamma.

¿Cuáles son los tratamientos para el hipertiroidismo?

Una vez que se han explicado las causas más comunes y los síntomas del hipertiroidismo, así como la necesidad del diagnóstico médico, es necesario conocer los tratamientos para dicha enfermedad.

Tratamiento conservador

El tratamiento habitual para paliar los síntomas del hipertiroidismo y controlar la actividad de la glándula tiroidea es una medicación que pueda inhibir dicha actividad descontrolada. Esto mejora los síntomas en un plazo de 7 a 15 días. Los medicamentos más usados suelen ser aquellos con principios como el carbimazon, metimazol y el propiltiouracilo, todos administrados por vía oral.

Para mantener un control sobre la efectividad de esta medicación, es necesario realizar controles médicos y revisiones cada 3 meses. Esto permite evitar o, por lo menos, controlar posibles efectos secundarios de estos fármacos antitiroideos como reacciones en la piel o la disminución de glóbulos blancos.

Cirugía

Con esta cirugía se reduce el tamaño de la glándula de la tiroides. Esto permite reducir el volumen de dicha glándula y de su actividad, frenando su exceso de producción, consiguiendo unos niveles algo más equilibrados de dichas hormonas en sangre.

Tratamiento con yodo radiactivo.

Por vía oral, un médico administra al paciente una dosis de yodo radiactivo, cuyos efectos serán visibles entre el primer y el segundo mes.

Los efectos secundarios de este tratamiento suele ser el agravamiento de las afecciones oculares, que ya se producen de suyo como consecuencia de la enfermedad autoinmune de Graves Basedow.

De forma adicional, puede provocar la afección contraria (el hipotiroidismo), para el que se necesitaría una medicación de por vida.

Este tratamiento no está medicamente indicado para mujeres embarazadas.

En resumen, el hipertiriodismo es una enfermedad que suele ser provocada por otra dolencia, como la enfermedad de Graves Basedow, u otros condicionantes como la inflamación de la glándula tiroides.

Si se tiene sospechas de estar sufriendo estos síntomas, es necesario acudir urgentemente a un médico experto y de confianza, para que realice el diagnóstico médico y proponga un tratamiento personalizado al paciente.