Los ácaros de polvo son unos insectos pertenecientes a la familia de los arácnidos.

Se alimentan de células de la piel o escamas que pierden las personas y se desarrollan en ambientes cálidos y húmedos. Por eso, aunque no son visibles a simple vista, se encuentran especialmente en la ropa de cama, colchones y almohadas, alfombras, tapicerías… y, en general, en todos los materiales textiles, incluidos los juguetes de peluche y la ropa.

Normalmente, los ácaros no representan ningún problema de salud para la gran mayoría de las personas. No obstante, para los enfermos alérgicos, estos parásitos desencadenan molestias respiratorias, comorinitis y asma bronquial, y conjuntivitis.

¿Qué síntomas produce la alergia a los ácaros?

Por su frecuencia y de gravedad, la alergia a los ácaros suele producir en primer término una rinitis o rinoconjuntivitis que se presenta con picor de nariz y ojos, secreción nasal acuosa, estornudos, nariz taponada, etc.

Después, presenta asma bronquial, otro de los signos de esta alergia. “No hay que olvidar que un 80 % de todos los asmáticos lo son por causa alérgica. El asma puede manifestarse inicialmente con una tos seca, fundamentalmente desencadenada por ejercicio, risa o humo de tabaco”, explica la Doctora Marta Ferrer, especialista del Departamento de Alergología e Inmunología Clínica de Clínica Universidad de Navarra.

Más tarde surge dificultad para respirar, ruidos torácicos (pitidos o silbidos), o la sensación de opresión en el pecho. “También puede manifestarse únicamente al realizar esfuerzos, por ejemplo, subir escaleras, obligándonos a detenernos porque nos falta aire”, añade la experta.

¿Cómo saber si mi alergia es por ácaros?

El diagnóstico de la alergia por ácaros se realiza mediante un test cutáneo.

Sobre la piel del brazo, se aplican unas gotas que contienen una cantidad conocida del alérgeno. Posteriormente, se atraviesan con una mínima lanceta hasta perforar la piel y se observa la reacción a los 15-20 minutos.

¿Cómo se trata la alergia por ácaros?

La medicación resulta muy eficaz en el tratamiento de síntomas, como es el caso de los antihistamínicos, que puede encontrarse disponibles en colirios y gotas nasales.

Los especialistas también pueden recurrir a corticoides tópicos y otros fármacos.

Cuidados para evitar la alergia a los ácaros

Desde Clínica Universidad de Navarra, sus especialistas indican las siguientes recomendaciones para tratar de sortear la alergia a los ácaros y sus efectos:

En el dormitorio

  • Mantener la habitación ventilada y evitar la humedad.
  • Efectuar una limpieza muy frecuente (en ausencia del enfermo), utilizando, a ser posible, un aspirador con filtro HEPA. “Este tipo de filtro está recomendado para quienes padecen alergias o afecciones relacionadas con la calidad del aire”, indican.
  • No barrer.
  • Colchón de fibra sintética (poliuretano).
  • Almohada de fibra (poliuretano), nunca de lana, plumas o miraguano. Disponer de “fundas de colchón y de almohada específicas anti-ácaros”.
  • Lavar las prendas textiles en seco o con agua caliente a una temperatura superior a los 60ºC.
  • Evitar decorar la habitación con cortinas y tapicerías.
  • No instalar moquetas.
  • En niños alérgicos, retirar los juguetes de paño o peluche y los pósteres de las paredes.
  • Evitar las estanterías con libros.
  • No utilizar humidificadores de ambiente.

En el resto de la casa

  • Evitar todo aquello que pueda acumular polvo.
  • Mantener limpiezas frecuentes con el aspirador.
  • Limpiar los filtros, rejillas de calefacción y aire acondicionado al menos 1 vez al mes.
  • No se recomiendan las estufas de gas.
  • No se aconseja tener animales de pelo o de pluma en el domicilio.
  • Evitar el uso de insecticidas, ambientadores, humo de tabaco, sustancias olorosas

En la segunda vivienda

  • Airear y ventilar la habitación a la llegada.
  • El día de la llegada, hacer la cama con ropa que no haya permanecido almacenada mucho tiempo.
  • En caso de utilizar saco de dormir, éste debe ser acrílico y reversible, dándole la vuelta en días alternos.