El término lactante abarca desde el nacimiento hasta los primeros doce meses de vida. Durante el periodo de lactancia, el bebé debe recibir el aporte adecuado de proteínas, hidratos de carbono, lípidos, minerales, vitaminas y agua para cubrir el mantenimiento de las funciones, el gasto energético, y la formación de nuevos tejidos.

¿Qué alimentos introducir en el primer año del bebé?

Los especialistas de Clínica Universidad de Navarra ofrecen las siguientes pautas para introducir los alimentos en los más pequeños:

Primeros meses

La composición de la leche materna difiere, en cuanto a calidad y a cantidad, de otros tipos de leches.

Lactancia materna

La lactancia materna supone un adecuado aporte de nutrientes, para cubrir las necesidades durante los primeros tres meses de vida, y presenta otra serie de ventajas:

  • Reduce el riesgo de reacciones alérgicas,
  • Aporta protección inmunológica y antibacteriana,
  • Mejora la relación entre madre e hijo,
  • Evita las contaminaciones externas.

Se ha de poner al niño al pecho lo más pronto posible, en la primera media hora de vida y, en cualquier caso, no retrasarlo más de 4 horas. Puede alargarse hasta que el lactante cumpla los nueve meses.

Lactancia artificial

El contenido en nutrientes de la leche materna es utilizado como modelo para elaborar las recomendaciones nutritivas del lactante.

Por eso, la fórmula infantil es un alimento adecuado que puede sustituir total o parcialmente a la lactancia materna. Existen dos tipos de fórmulas:

  • Fórmulas de inicio: recomendadas hasta los tres/cuatro meses. Están adaptadas a partir de leche vacuna, y se preparan de manera que se asemejan a la leche materna. No deben incluir almidones, acidificantes, miel ni factores de crecimiento.
  • A partir del 4º mes, se recomiendan las fórmulas de continuación. Además en este tiempo, hay que ir añadiendo otros alimentos, la alimentación conocida como complementaria.

Alimentación complementaria

Es necesario introducir este tipo de alimentación ya que la leche no es suficiente para cubrir las necesidades del lactante.

Se trata de alimentos diferentes como: cereales, frutas, verduras, carne, pescado y huevos.

Por lo general, esta etapa suele iniciarse a partir del cuarto o quinto mes:

Cereales

Es el primer alimento que ha de incorporarse. Contienen hidratos de carbono, proteínas, minerales como el hierro, el calcio y el magnesio, vitaminas (complejo B) y fibra. Aporta, por tanto, elementos energéticos y reguladores. Suelen tomarse en forma de papillas elaboradas a partir de cereales sin gluten (maíz y arroz) y se preparan con agua o leche.

Frutas y verduras

Se introducen en el sexto y octavo mes del bebé. Contienen azúcares, fibra, minerales y vitaminas. Se pueden dar en papillas y purés (caseras o comercializadas).

Carnes, pescados y huevos

Son fuentes de proteínas de alta calidad, contienen lípidos, minerales y vitaminas, hidrosolubles y liposolubles. La clara del huevo y las vísceras son alimentos de introducción más tardía, por su alto potencial alergénico.

Los tarritos preparados industriales (potitos) contienen frutas, verduras, cereales, pescados, carnes, etc. El tipo de orden en la introducción de los alimentos complementarios es variable y el pediatra es quien ha de aconsejarlos.