Calor, radiación del sol, escaldaduras por líquidos, aceite, vapor… Son las causas más comunes de una quemadura.

La quemadura produce una lesión en la piel. Por eso, como cualquier otra herida, debe estar siempre lo más limpia posible.

Para casos leves, basta con limpiar las heridas con agua y jabón una o dos veces al día, secar bien y después aplicar el tratamiento indicado por el médico o la farmacia.

Pero para los casos son más graves es necesario acudir al especialista, que indicará el tratamiento más recomendable a cada caso.

Tipos de quemaduras

Existen tres niveles, en función del tipo de quemadura.

  • Ante quemaduras superficiales de primer grado: evitar exposición solar, con apósitos mientras la herida está abierta, y con protector 50 una vez la herida ya está cerrada y ha curado (no aplicar crema protectora sobre la piel abierta).
  • Si tenemos una ampolla, y se abre, es recomendable añadir una crema antibiótica para prevenir la sobreinfección. El tratamiento ha de ser prescrito por el médico.
  • ¿Qué hacer ante quemaduras en la piel al caer agua hirviendo? En un primer momento hay que aplicar agua fría durante al menos 20 minutos para intentar disminuir el daño térmico en la zona. Si la ropa permanece pegada tras haber mojado la zona durante este tiempo, es aconsejable acudir al consultorio médico, ya que puede ser señal de que la quemadura es profunda y existe un mayor riesgo de sobreinfección y complicaciones.
  • Las quemaduras solares, si son leves, pueden tratarse con un corticoide y aplicarse vendajes fríos y húmedos. Se recomiendan las cremas hidratantes, preferentemente las de composición más sencilla, sin perfumes ni determinados conservantes. En los casos más graves, se recomienda la atención médica, para rehidratar y controlar posibles infecciones.