La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que provoca eccemas, áreas enrojecidas que causan picor e inflamación.

No existe una causa concreta, sino que son varios los factores que pueden desencadenarla y que además no siempre actúan del mismo modo. La interacción de todos ellos tampoco provoca que evolucione la enfermedad.

“Algunos agentes son propios del individuo y están condicionados por la carga genética. Otros son factores de hábito o ambientales, entre los que alérgenos juegan un papel importante, sobre todo, porque pueden producir brotes”, destacan los especialistas de Clínica Universidad de Navarra.

La predisposición genética es incontrolable, y por ello, es inevitable controlar o prevenir su aparición. Sin embargo, los factores ambientales, alérgenos o irritantes, sí son controlables. “Es conveniente hacer un estudio alergológico a tiempo para controlar y tener las pautas adecuadas para prevenir otras enfermedades alérgicas”, recomiendan.

¿Quién puede padecer dermatitis atópica?

Esta patología afecta especialmente a los más pequeños. Más del 60 % de los casos aparecen en los tres primeros años de vida y los brotes suelen disminuir con la edad, aunque pueden continuar hasta la edad adulta.

Los lactantes la sufren en la cara, extremidades y dorso de los pies. Los adultos la padecen sobre todo en las zonas traseras de las rodillas, la parte interna de los codos y el cuello.

¿Cómo prevenir la dermatitis atópica?

Desde Clínica Universidad de Navarra destacan cinco sencillas pautas que facilitan la reducción del picor y el rascado, y con ello, disminuir los brotes.

  1. Buena hidratación

Recomiendan utilizar sustancias libres de perfumes, geles sin detergente o específicos para pieles atópicas. “En la medida que mantengamos la piel lo más hidratada posible será menos probable que haya afectación de esa piel y, por lo tanto, nuevos brotes”. 

  1. Baños cortos

Para quienes padecen dermatitis atópica, es recomendable reducir la duración de los baños, no la frecuencia. “Pueden bañarse a diario, pero controlando los tiempos”.

  1. Evitar temperaturas extremas

El frío y la sudoración empeoran el eccema, y aumentan el rascado y el riesgo de infección. El mar y el sol, tomados con protección y moderación, tienen un efecto antiinflamatorio beneficioso.

  1. No frotar con la toalla al secarse
  2. Utilizar ropa preferiblemente de algodón

¿Cuál es el tratamiento de la dermatitis atópica?

Ante la diversidad de agentes que provocan la aparición de la dermatitis atópica, no existe un tratamiento único.

Los corticoides tópicos, inmunomoduladores o los fármacos biológicos son algunos de los procedimientos que se llevan a cabo para paliar sus síntomas y tratar de evitar nuevos brotes.

Mientras, están activos estudios y procesos sobre esta patología. El último, el que se ha desarrollado en Estados Unidos: el ‘Dupilumab’.

 “La Administración Americana de Alimentación y Medicamentos (U.S. Food and Drugs Administration) ha aprobado este nuevo medicamento, que esperamos tenerlo en España a finales de año, para tratar a adolescentes y adultos con dermatitis atópicas severas que no han podido ser tratados con métodos convencionales”, cuentan los especialistas de la Clínica Universidad de Navarra. Se trata de un anticuerpo que se inyecta bajo la piel y que inhibe la respuesta inflamatoria. A las 16 semanas, la piel comienza a recuperarse.