La audición es un sentido esencial en el ser humano. La escucha es algo intrínseco y propiamente nuestro, y tiene diversas connotaciones: desde la seguridad y la comunicación, hasta el aprendizaje y la memoria de cada persona. Involucra e implica a nuestra capacidad de integración social, escolar, laboral…

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, más del 5% de la población mundial padece pérdida de audición discapacitante.

Por ello, el cuidado de nuestros oídos es clave para prevenir la aparición de posibles enfermedades auditivas.

¿Cómo cuidar nuestros oídos?

“A partir de los 30 años, la edad va provocando una involución en los oídos, que progresivamente van perdiendo audición. Pese a que la genética juega un papel fundamental, se puede prestar atención a los factores ambientales, en especial, a la exposición al ruido”, explican desde el Departamento de Otorrinolangología de Clínica Universidad de Navarra.

Para ayudarnos a un óptimo cuidado auditivo, los especialistas del centro ofrecen los siguientes seis consejos:

  1. Evitar la exposición a ruidos intensos, de presentación aguda o crónica, bien en ambientes laborales o por razones de ocio.
  2. No realizar manipulaciones sobre los conductos auditivos relacionadas con maniobras de autolimpieza.
  3. No someterse a cambios bruscos e intensos de presión (como buceo, viajes aéreos, etc.) cuando se presenta patología nasal aguda que cursa con congestión de la mucosa nasal y dificulta una correcta compensación de los cambios de la presión ambiental.
  4. Evitar la entrada de agua en los oídos en caso de padecer una perforación de la membrana timpánica o sufrir una inflamación de la piel de los conductos auditivos externos.
  5. Mantener controladas enfermedades que afectan al sistema cardiovascular, como hipertensión arterial, diabetes, dislipemias, etc. Estas enfermedades inciden en el deterioro del sistema auditivo.
  6. En el caso de existir una enfermedad que ya afecta a nuestros oídos, acudir al especialista en otorrinolaringología. Ello prevendrá que dichas enfermedades alcancen una mayor gravedad y permitirá restaurar de manera temprana la estimulación del sistema auditivo. Este aspecto es esencial a la hora de obtener mejores resultados en los tratamientos que se puedan adoptar.

Cuidado con la autolimpieza de los oídos

Desde Clínica Universidad de Navarra aconsejan evitar las manipulaciones en el interior de los oídos, “un hecho que muchas veces va asociado al uso de bastoncillos para limpiar el conducto auditivo y eliminar la cera”.

Sin embargo, esta limpieza está contraindicada de forma general.

“En las personas sanas, los oídos no precisan de limpiezas, dado que el propio oído es capaz de autolimpiarse. Por ello, puede resultar contraproducente llevar a cabo estas maniobras de limpieza”, señalan.

El uso de bastoncillos u otros elementos de limpieza pueden generar otras afecciones.

“Pueden conllevar pequeñas heridas que facilitan la aparición de infecciones, eliminan en exceso la cera (elemento de defensa para el oído) y, ocasionalmente, pueden producir traumatismos sobre las estructuras del oído”, explican.