El astro rey tiene numerosos beneficios para nuestra salud.
Las radiaciones solares, por su efecto antiinflamatorio, promotor de la circulación y epitelización, pueden tener propiedades terapéuticas como, por ejemplo, en algunas enfermedades dermatológicas. El sol, en general, también influye positivamente en nuestra salud psíquica.
No obstante, no debemos ponernos al sol de forma indiscriminada o inadecuada porque, tal y como señalan los especialistas de Clínica Universidad de Navarra, “una exposición excesiva puede conllevar efectos perjudiciales”, siendo algunos de ellos:
- Irritación intensa de la piel, que agravaría enfermedades como dermatitis o acné.
- Envejecimiento prematuro de la piel, pérdida del contenido acuoso y destrucción del colágeno.
- Mayor riesgo de tumores cutáneos, especialmente melanomas, por el efecto mutagénico de las radiaciones solares.
¿Cómo beneficia el sol a la piel?
El sol favorece la cicatrización y la evolución de enfermedades como la psoriasis y algunas dermatitis. “Incluso ayuda a disminuir las consecuencias del acné”, inciden los especialistas.
¿Cómo beneficia el sol a los huesos y al esqueleto?
La piel, concretamente la epidermis, genera vitamina D (colecalciferol) debido a la acción de las radiaciones ultravioleta (especialmente la radiación UVB). El sol es una de las principales fuentes de vitamina D y tiene mucho que ver con la salud de nuestro esqueleto.
Esta vitamina D se metaboliza en el riñón, pasando a una forma activa y “dicha forma facilita la absorción de calcio y su depósito en los huesos”, explican desde Clínica.
La mayor o menor exposición al sol influye en la cantidad de vitamina D que contiene nuestro organismo. Por ejemplo, en países o latitudes donde es menos intensa, se observa un descenso de esta vitamina. Si a esto se suman otras circunstancias como edad avanzada, color de piel oscuro, sedentarismo o dieta incorrecta, pueden aparecer problemas óseos.
Por otro lado, el sol también tiene efecto antiinflamatorio muy beneficioso para personas con problemas reumatológicos.
¿Cómo beneficia el sol a la circulación sanguínea?
El sol incrementa la temperatura corporal, lo que “ocasiona una vasodilatación y un incremento del flujo de sangre, especialmente en los vasos de la piel, que promueven una mayor pérdida térmica gracias a un aumento de la evaporación”.
Ese efecto de incremento en la transpiración y sudoración facilita la pérdida de líquidos y minerales,“pero que, con la oportuna reposición equilibrada, provocan una sensación de bienestar y “limpieza”. Esta sensación viene acompañada de un efecto cardiotónico y estimulador del aparato circulatorio”, matizan.
¿Qué beneficios aporta el sol al estado de ánimo?
El sol aumenta la producción de serotonina, una hormona producida en el sistema nervioso central (hipotálamo) muy relacionada con el estado de bienestar.
“Es conocido como los días soleados tienen un efecto positivo sobre el estado de ánimo, aunque pueden influir otros factores ambientales y psicosociales (temperaturas más agradables, mayor actividad social)”, señalan los expertos.
Por otro lado, esa exposición al sol inhibe la producción de melatonina nocturna, lo que genera un ‘efecto rebote’ que ayuda a conciliar el sueño y regular el biorritmo.
Medidas para la protección solar
El sol tiene muchos beneficios sobre nuestra salud, pero debemos tener cautela cuando nos exponemos.
¿Cómo podemos tomar el sol con precaución? Desde Clínica Universidad de Navarra ofrecen estas pautas que nos ayudarán a reducir la dosis de irradiación solar:
- Evitar tomar el sol entre las 12 y las 16 horas.
- Utilizar cremas o sprays con protección solar. Esta medida es la más recomendable.
- Utilizar elementos que nos protejan del sol como sombreros con alas, ropa adecuada y gafas de sol homologadas.
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