La piel pierde propiedades con el paso de los años, como elasticidad, firmeza y humedad. El sol es uno de los principales factores del envejecimiento de la piel. El 90 % de las alteraciones que sufre la piel humana se deben a los daños producidos por la radiación ultravioleta.

¿Qué tengo que hacer para cuidar mi piel?

Para aprovechar los beneficios del sol -aporta vitamina D, ayuda a aliviar ciertas enfermedades dermatológicas y produce sensación de bienestar- y evitar algunas alteraciones que produce -como quemaduras, fotoenvejecimiento, cáncer de la piel o la reactivación de determinados virus, como el herpes labial-, los especialistas de Clínica Universidad de Navarra ofrecen algunos consejos para cuidar nuestra piel, tanto en invierno como en verano:

1. Hidratación constante
La piel es muy sensible a la falta de proteínas, minerales o vitaminas. Beber entre dos y tres litros de agua al día, ingerir abundantes frutas y verduras, seguir una dieta equilibrada son buenos consejos. Por otro lado, trata de evitar el consumo de productos que resecan la piel, como el tabaco o el café.

2. Protección solar, la gran aliada
Los especialistas de Clínica Universidad de Navarra aconsejan el uso de un factor 30 de protección solar para todo tipo de pieles. Además, en zonas sensibles del cuerpo, como son la cara, los párpados, labios, manos o nariz, se recomienda la aplicación de un factor superior.

3. Protégete 20-30 minutos antes de exponerte al sol
Aplicar dicho factor solar unos 20-30 minutos antes de exponerse al sol. En verano, evitar las horas de mayor intensidad solar, entre las 11 y 16 horas.

4. También los días nublados
Uno de los principales errores es pensar que solo hay que proteger la piel en los días soleados. Ten en cuenta que las radiaciones atraviesan las nubes, por tanto, también es importante protegerse en los días nublados.

5. Estés donde estés
No solo en sitios costeros o en la playa, también es importante usar fotoprotección en la montaña. El riesgo de padecer una quemadura se incrementa un 4 % cada 300 metros de altura.

6. Controla el tiempo que pasas tomando el sol
En épocas primaverales y veraniegas es conveniente que el bronceado sea progresivo, al principio con exposiciones cortas (primer día sólo 15 minutos e ir incrementando 10 minutos cada día), e ir aumentando con el tiempo. Además, ten en cuenta que el calor puede agravar el problema de las varices por lo que hay que tener especial cuidado a la hora de tomar el sol.

7. Uso de complementos
Usar sombreros, ropa adecuada y gafas solares, además de protegernos de los rayos ultravioleta, ayudan a prevenir la aparición de cataratas.

¿Quiénes deben tener un especial cuidado?

Los niños, que tienen una piel más fina y sensible, los ancianos, con un sistema inmunológico debilitado, y algunas personas que padecen enfermedades fotoinducidas (como lupus, dermatomiosistis…) son grupos que han de tener especial cuidado al exponerse al sol.