En algunas personas, la exposición a los rayos del sol puede generarles una reacción exagerada de la piel. Esto suele conocerse como alergia al sol.

La alergia al sol es, en realidad, un grupo de trastornos, una reacción anormal o adversa de la piel que la exposición a la luz solar desencadena o agrava.

Aunque esta alergia puede desarrollarse durante todo el año, estas personas tienen que prestar especial atención a la primavera y el verano, que son los momentos del año que mayor radiación y exposición solar hay.

Esta reacción de la piel se manifiesta habitualmente mediante una erupción polimorfa lumínica y, de manera menos frecuente, una urticaria solar.

¿Qué es la erupción polimorfa solar?

La erupción polimorfa lumínica afecta a entre un 10 y un 20 % de la población en general.

Se trata de “un trastorno que conlleva la aparición de ardor, manchas, granitos y a veces ampollas en las zonas expuestas al sol, generalmente en la cara, escote, antebrazos y piernas”, detalla la doctora Carmen D’Amelio, especialista del Departamento de Alergología e Inmunología de Clínica Universidad de Navarra. Aparece durante los 2-3 primeros días de exposición al sol y desaparece cuando la exposición se vuelve mayor, a medida que la piel se broncea.

Generalmente no reviste gravedad ni presenta síntomas generalizados. Las lesiones suelen durar entre 2 y 6 días, y las medidas de fotoprotección adecuadas suelen ser suficientes para prevenir o disminuir la intensidad de las lesiones.

¿Qué es la urticaria solar?

La urticaria solar es menos frecuente que la erupción polimorfa solar y consiste en la aparición de manchas o habones que causan picor. En este caso, las lesiones aparecen generalmente a las 3 horas, sin dejar huella, y pueden durar un máximo de 24 horas.

Esta reacción suele ser habitual en las zonas expuestas al sol, aunque aquellas que ya están “acostumbradas”, como la cara y el dorso de las manos, pueden no verse afectadas debido a lo que se conoce como desensibilización.

Cuando la superficie expuesta al sol es muy amplia, pueden aparecer síntomas como dolor de cabeza, mareo, hipotensión y, en los casos más graves, llegar a producir un shock anafiláctico (una reacción alérgica tal que afecta a todo el organismo y que requiere una atención médica inmediata).

¿Qué factores influyen en la aparición de la alergia al sol?

Además de lo anterior, existen otras enfermedades de la piel (fotodermatosis) que presentan una reacción exagerada al sol y en las que la luz solar actúa como un “activador” de un alérgeno específico. Este puede ser un medicamento tópico, como antiinflamatorios y anestésicos, o cosméticos y perfumes que, aplicados sobre la piel, dan lugar a un eccema (lesión cutánea) que presenta enrojecimiento, picor y descamación. Puede tardar hasta una semana en desaparecer.

El diagnóstico se realiza mediante una historia clínica completa llevada a cabo por el especialista (alergólogo o dermatólogo) y las pruebas de fotoparches. En cuanto al tratamiento, se recomendará la evitación del alérgeno específico y probablemente el empleo de tratamiento tópico”, explica la doctora D´Amelio.

Por otro lado, existen otras reacciones conocidas como fototóxicas que pueden producir una reacción generalizada. Esto ocurre cuando se está tomando un medicamento que puede inducir sensibilización al sol. Estas reacciones no se consideran una alergia y pueden aparecer tras el primer contacto con el medicamento. Algunas plantas y perfumes pueden tener componentes fototóxicos.

Alergia al sol, preguntas frecuentes

La doctora Carmen D´Amelio responde a algunas preguntas que pueden ser de interés sobre la alergia al sol:

¿Cómo sé si soy alérgico al sol?

Por los síntomas que aparecen: enrojecimiento de la piel, acompañado de picor, y la aparición de pequeños granitos y pápulas.

¿Cuánto dura la urticaria solar?

Las lesiones por urticaria solar desaparecen sin dejar huella en unas 3 horas, aunque pueden durar hasta 24 horas. Cuando se trata de una erupción polimorfa solar, esta suele durar entre 2 y 6 días.

¿Cómo se trata?

Existen varias pautas de tratamiento en función de cada caso:

  • Para prevenir la erupción polimorfa solar: las medidas de fotoprotección solar, como ropa con protección UV, cremas solares de al menos SPF 50 y medidas de barrera como sombreros y gafas de sol, suelen ser suficientes.
  • Para los casos leves de urticaria solar, los antihistamínicos suelen ser útiles, pero siempre bajo la indicación y supervisión del especialista.
  • En los casos más graves: puede ser útil el uso de fototerapia o la de sensibilización, siempre bajo control del especialista.

¿Qué medicamentos provocan la alergia al sol?

Los antiinflamatorios no esteroideos (como, por ejemplo, el ketoprofeno, naproxeno, etc. aplicados sobre la piel o por vía oral) son los fármacos que, con mayor frecuencia, pueden producir reacciones fotoinducidas.

Otros fármacos sensibilizantes son los antihistamínicos tópicos, motivo por el cual es preferible evitar esta vía de administración.

Los antibióticos del grupo de las sulfonamidas, las quinolonas, las tetraciclinas y algunas cefalosporinas, así como los fármacos antipalúdicos (para el tratamiento de la malaria) y los retinoides (fármacos empleados para el tratamiento del acné grave o moderado), entre otros, también pueden producir reacciones de este tipo.

¿Se puede prevenir la alergia al sol?

Aunque no se puede prevenir completamente, sí se pueden tomar medidas para reducir los síntomas como, por ejemplo, usar ropa protectora, sombreros de ala ancha y protector solar de amplio espectro con alto factor de protección.