Una reacción alérgica alimentaria aparece ya que nuestro organismo percibe como nociva una sustancia, normalmente una proteína, que en realidad no lo es. Es decir, este contacto genera una respuesta inmunológica exagerada y se manifiesta en diversos órganos del cuerpo.
La leche o el pescado son algunas de las causas más frecuentes de alergia, especialmente en los niños menores de 5 años.
También lo es la alergia al huevo, uno de los alimentos más frecuentes de nuestra dieta.
Por ello, hemos de prestar especial atención a esta respuesta de nuestro organismo y acudir al especialista en caso de producirse.
Si tenemos alergia al huevo, los especialistas de Clínica Universidad de Navarra ofrecen las siguientes pautas para evitarlo:
Alimentos que no deben consumirse
- Huevo natural o cocinado bajo cualquier forma.
- Huevo líquido pasteurizado.
Alimentos que pueden contener proteínas de huevo
- Productos de pastelería y bollería: bizcochos, magdalenas, galletas, pasteles, etc.
- Dulces, merengues, helados, batidos, turrones, flanes, cremas, caramelos, golosinas, etc.
- Hojaldres, empanadas, empanadillas con cubierta brillante…
- Consomés, sopas, salsas (mayonesas…), algunas margarinas y gelatinas.
- Algunos cereales de desayuno.
- Pasta al huevo, rebozados, etc.
- Fiambres, embutidos, salchichas, patés, jamón de york (salvo el cocido natural que no tiene clara de huevo).
- Cafés con crema sobrenadante (capuchino) y también algunos vinos que son aclarados con clara de huevo.
- Cualquier pan comercial o pan hecho con los componentes del huevo o pintado con huevo para el glaseado.
- Evitar también los huevos de otras aves: pavo, pato, gaviota, codorniz…
Es importante tener en cuenta que los utensilios de cocina pueden contaminarse con pequeñas cantidades de huevo. Por lo que es importante, por ejemplo, no reutilizar el aceite en el que se haya cocinado previamente con huevo o no utilizar batidoras en las que se haya utilizado huevo para preparar otros alimentos.
Alimentos sustitutivos del huevo
Los especialistas de Clínica Universidad de Navarra ofrecen las siguientes propuestas para sustituir el huevo en las recetas:
- 1 cucharadita de levadura en polvo, 1 cucharadita de agua, 1 cucharadita de vinagre.
- 1 cucharadita de levadura disuelta en 1/4 de taza de agua templada.
- 1 cucharadita de puré de albaricoque.
- 1/2 cucharadita de agua, 1/2 cucharadita de aceite, 1 cucharadita de levadura en polvo.
Vacunas que pueden contener proteínas de huevo
- Rubeola.
- Sarampión.
- Parotiditis.
- Gripe.
- Fiebre amarilla.
Lectura de etiquetas
Algunos pacientes muy sensibles pueden sufrir reacciones incluso con cantidades pequeñas de proteínas de huevo.
Estas pueden estar presentes en alimentos ya elaborados por lo que es especialmente importante la lectura de las etiquetas y localizar elementos como:
- Albúmina.
- Coagulante.
- Emulsionante.
- Globulina.
- Lecitina (salvo que se indique que es de soja).
- Livetina.
- Lisozima.
- Ovoalbúmina.
- Ovomucina.
- Ovomucoide.
- Ovovitelina.
- Vitelina.
- Luteína (pigmento amarillo).
- E161B (luteína).
- E322 (lecitina).
- E1105 (lisozima).
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