El linfedema es un tipo de inflamación que se produce por la acumulación de líquido en los tejidos blandos del cuerpo.

Aparece cuando el sistema linfático no es capaz de drenar la linfa, “un líquido formado por proteínas, agua, hidratos de carbono y células que ayudan a combatir enfermedades e infecciones”, explican los especialistas de Clínica Universidad de Navarra. Este líquido se transporta desde los tejidos por el sistema linfático hasta devolverlo nuevamente al sistema venoso.

Existen dos tipos de linfedema: primarios, “que se producen porque las vías linfáticas no funcionan con normalidad o su número es menor del necesario para que su sistema linfático sea competente”; y secundarios, cuando el sistema linfático es normal, pero ha sido alterado por infecciones, traumatismos, operaciones quirúrgicas o irradiaciones.

Es por ello que aquellos pacientes que padecen cáncer de mama, y se les han extirpado los ganglios de la axila o de la ingle, tienen mayor riesgo de sufrir esta patología. El exceso de peso u obesidad también pueden provocar la aparición de esta patología.

Síntomas del linfedema y diagnóstico

Los especialistas realizan un diagnóstico clínico, ya que “a simple vista se observa el aumento de tamaño de la extremidad. Por lo general, se mide el brazo o la pierna hinchada y se compara con la otra extremidad”, explican.

La inflamación también puede presentarse en zonas genitales o en la cara.

Sin embargo, “esta patología puede presentar varias formas y afectar a diversas partes del cuerpo”, explican desde Clínica quienes añaden que la piel tensa y blanca, un edema blando al tacto, infecciones, y alteraciones de la movilidad, y/o en la circulación, son otros de sus síntomas.

Tratamiento del linfedema

“Con los tratamientos adecuados, el 95% de los pacientes con linfedema presentan mejoría”, afirman los especialistas.

El tratamiento quirúrgico permite paliar los síntomas causados por esta patología. Por ello, Clínica Universidad de Navarra aplica la tecnología más avanzada en microcirugía en dos tipos de abordaje contra el linfedema, en función el estadio de la enfermedad: bypass linfáticovenular  y liposucción, y trasplante de ganglios linfáticos.

Bypass linfáticovenular y liposucción, cuando el linfedema ya ha aparecido

Clínica Universidad de Navarra es uno de los centros españoles con más experiencia en este tipo de técnica. 

 “Consiste en reconducir la circulación del líquido linfático consiguiendo que drene en las venas del sistema circulatorio que no están obstruidas”.

Se trata de una intervención ambulatoria y con anestesia local, por lo que los pacientes pueden regresar a su domicilio dentro de las 24-48 horas posteriores a la intervención.

Método de prevención antes de la aparición del linfedema, trasplante de ganglios linfáticos

Esta técnica consiste en trasplantar los ganglios linfáticos de otra zona, con su vascularización, al lugar en donde se han extirpado. 

“Se eligen ganglios de otra zona del cuerpo donde sean prescindibles, como la zona superficial de la ingle, y se trasplantan mediante microcirugía”.

Este abordaje puede realizarse tras una cirugía de extirpación del tumor, para prevenir un posible linfedema.

Linfedema, secuela del cáncer de mama

La resección de los ganglios de la axila o de la ingle es un abordaje habitual en pacientes con cáncer de mama, y forma parte del tratamiento de este tumor. No obstante, los pacientes intervenidos, o que han recibido tratamientos de radioterapia en axila o ingle, tienen mayor riesgo de sufrir linfedema: la disección puede dificultar el drenaje linfático normal del brazo y favorecer la aparición de edemas (hinchazón). “El 20% de las pacientes intervenidas de la mama lo presentan”, indican desde Clínica.