Investigadores han descubierto una nueva terapia para el tratamiento del ictus en pacientes diabéticos. Más concretamente, el estudio ha demostrado que la administración de la proteína MMP-10 reduce el daño cerebral sin producir complicaciones hemorrágicas.

Es el resultado de un estudio en el que participan científicos del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA).

La investigación forma parte de la actividad científica del Instituto de Investigación Sanitaria de Navarra (IdiSNA) y los resultados se han publicado en la revista científica Translational Stroke Research.

Diabetes, factor de riesgo para padecer un ictus

El ictus es una enfermedad cerebrovascular en la que la sangre no llega al cerebro en la cantidad necesaria debido a la presencia de un trombo, lo que puede provocar daños irreparables.

Esta enfermedad es la principal causa de mortalidad entre las mujeres españolas y la segunda en los varones.

La edad es un factor de riesgo cardiovascular y la diabetes tiene especial influencia en el ictus.

“En estos pacientes no solo aumenta el riesgo de sufrir un ictus, sino que también se reduce en un 50% la efectividad del único tratamiento farmacológico aprobado: el activador de plasminógeno tisular (tPA). Este fármaco trombolítico, que facilita la disolución del trombo, tiene unas indicaciones muy limitadas: sólo se puede emplear en las primeras horas tras el ictus y, además, puede conllevar efectos secundarios asociados, como las hemorragias. En el caso de los pacientes diabéticos, el riesgo de hemorragias es mucho mayor y sus trombos son más resistentes, por lo que el tratamiento de estos pacientes es aún más complicado”, destacan los investigadores.

De esta forma, la investigación desarrollada por el CIMA, junto con otros especialistas navarros, plantea una alternativa terapéutica en modelos experimentales.

Una terapia más efectiva contra el ictus para los pacientes con diabetes

Las metaloproteasas (MMPs) son un grupo de proteínas que, además de muchas otras funciones, están implicadas en los procesos que controlan la coagulación de la sangre.

Trabajos anteriores del CIMA ya han demostrado la capacidad de la MMP-10 para disolver trombos cerebrales en modelos preclínicos de ictus. Este estudio expande los efectos beneficiosos de esta proteína: no sólo es más efectiva que el tPA reduciendo el daño cerebral en animales diabéticos sino que, además, aumenta la eficacia del tPA en este modelo experimental de ictus asociado a diabetes”, aseguran los investigadores del CIMA.

Los resultados abren nuevas posibilidades para el tratamiento de estos pacientes, cuyo abordaje clínico exige grandes recursos económicos y sociales. “Este trabajo conjunto continúa investigando nuevas opciones terapéuticas dirigidas a aumentar la recanalización de las arterias ocluidas y la repercusión efectiva del tejido cerebral, para proporcionar, de manera individualizada, una medicina de precisión a los pacientes con ictus”.