La enuresis, o también conocida como “incontinencia nocturna”, “enuresis nocturna” o “enuresis del sueño monosintomática”, hace referencia a la micción involuntaria durante el sueño en niños que sobrepasan el inicio de la edad escolar o en edades en las que se espera que no se orinen durante la noche, pasados los 4 años, sin que tengan lesiones que la justifiquen.
“Las sábanas y los pijamas mojados —así como la vergüenza del niño— son una escena muy común en muchos hogares”, señalan desde el Departamento de Pediatría de Clínica Universidad de Navarra quienes indican además que, si no se trata este trastorno, “puede llegar a causar el aislamiento social del niño y otros trastornos a nivel psicosocial”.
“Son muchos los niños que mojan la cama por encima de los 6 años, de forma que a los 7 años un 15 % de los niños lo hacen. Este porcentaje va disminuyendo paulatinamente con la edad, pero todavía a los 16 años existe un 2 por ciento de niños que si no reciben ayuda pueden seguir haciéndolo”, añaden.
Hay niños que nunca han conseguido el control (enuresis primaria) y otros que, tras conseguirlo, lo pierden (enuresis secundaria).
¿Cuáles son las causas de la enuresis?
“La vejiga es similar a un globo y, por tanto, se adapta a la cantidad de orina almacenada. Internamente está recubierta de un músculo que se contrae cuando está llena, creando la sensación de vejiga llena. Todo niño nace con el reflejo de la micción, pero no es consciente de la sensación de presión hasta los dos-tres años, pudiendo entonces empezar a controlar voluntariamente la eliminación de la orina”, explican los especialistas.
Algunos niños que mojan la cama durante el sueño suelen tener la capacidad de la vejiga bastante reducida, en comparación con los niños que no lo hacen durante el sueño. Además, su vejiga no es tan elástica, por lo que necesitan eliminar la orina con más frecuencia.
En otras ocasiones, sobre todo en los casos de enuresis secundaria, este trastorno guarda relación con la esfera afectiva del niño.
“A pesar de su gran capacidad de adaptación a situaciones nuevas, son muy sensibles a cualquier cambio en su entorno familiar. Otra razón que puede conducir a la aparición de enuresis es un incorrecto aprendizaje en el control de los esfínteres”.
¿Cómo ayudar a un niño con problemas de enuresis?
El mejor momento para que un niño aprenda el control de la micción es tras haber conseguido el control de las deposiciones. “Se puede empezar quitando los pañales durante el día, estando atentos a las posibles señales que el niño tiene cuando su vejiga está llena (retorcerse, cruzar las piernas, etc.)”.
Cuando esto ocurre hay que acompañar al niño al servicio, utilizando un orinal o un adaptador para inodoro. También se deben fijar unas horas al día para llevarle al servicio. “Es recomendable que retire los juguetes de este espacio para evitar la distracción del niño”, indican desde Pediatría.
¿Cómo apoyar a los niños?
Los niños que mojan la cama sienten mucha preocupación y se cuestionan si son los únicos que tienen ese problema, si tiene que ocultarlo, si es diferente a los demás, si tiene una enfermedad, si no pueden hacer actividades que otros hacen…
Por eso, es muy importante saber cómo se siente el niño que moja la cama durante el sueño y proporcionarles un refuerzo positivo, así como el apoyo emocional que necesitan.
“Muchos niños y adolescentes tratan de ocultar sus sentimientos ya que, si los dan a conocer, saben que el resto de sus compañeros les humillarán. Sin embargo, es aconsejable que los niños con este problema den a conocer cómo se sienten al menos a sus padres, cuidadores, médicos y enfermeras ya que ellos les pueden ayudar a sentirse mucho mejor”.
¿Qué hacer si su hijo tiene más de cinco años y sigue mojando la cama?
Desde el Departamento de Pediatría de Clínica Universidad de Navarra ofrecen los siguientes consejos de actuación:
- En primer término, acudir al pediatra para valorar si puede tener algún problema orgánico.
- Desdramatizar el problema.
- Retirar el pañal. El uso del pañal no ayudará al niño a superar esta etapa.
- El niño debe ser consciente de las cantidades de líquido que bebe: “Beber de forma regular a lo largo del día le ayudará a tener un mejor control de su capacidad vesical. No beber dos horas antes de irse a la cama. Y desde luego evitar ciertas bebidas como: té, bebidas gaseosas…”.
- Realizar actividades para mejorar la capacidad vesical: durante el día ir al baño en cuanto se siente la necesidad de orinar. Aumentar el número de bebidas durante el día. Anotar el número de veces que se orina durante el día. Una vez que se ha conseguido lo anterior, tratar de posponer la micción durante unos minutos e ir alargando este tiempo.
- Pensar de forma positiva. “Es muy importante que el niño se acueste pensando de forma positiva, intentando evitar el pensar que va a mojar la cama”.
- Ducharse por la mañana los días que moje la cama (generalmente, a los niños se les baña por la noche).
Sistema de alarma
Junto a las medidas anteriores, también se recomienda la utilización de un sistema de alarma. Esta es una de las mejores formas de aprender a reconocer cuando la vejiga está llena por la noche y, de esta forma, despertarse para ir al servicio.
“El sistema de alarma es como un despertador que es sensible a la humedad y se coloca en la ropa interior del niño. Se activa por tanto cuando el niño empieza a mojarse. Este sistema ayuda a reconocer cuando la vejiga está llena, así como la necesidad de levantarse cuando esto ocurre”.
Existen distintos modelos de sistema de alarma, pero la mayoría se componen de tres partes: un pequeño sensor, una gasa absorbente donde se localiza el sensor y una alarma que suena cuando se activa el sensor.
Es muy importante el seguimiento continuo por una persona con experiencia en este trastorno que revise de forma continua la progresión del niño con este sistema. El niño deberá anotar día a día si se ha levantado solo o gracias al sistema, así como el número de noches secas que ha conseguido. “Se debe de premiar al niño mediante recompensas no materiales, que refuercen la conducta positiva del niño como, por ejemplo, hacer alguna actividad que a él le guste con su padre o madre”.
“El número de pacientes que responden a este sistema es bastante alto, siempre que se haga un buen seguimiento. En nuestra unidad de enuresis, el 70 % de los niños consiguieron la curación del trastorno”, afirman desde Clínica.
¿Qué otros tratamientos existen?
Con el fin de reforzar el sistema de alarma, o cuando este no es totalmente efectivo, se puede utilizar una medicación denominada hormona antidiurética o desmopresina.
“Es una hormona que se produce en el cerebro (parte posterior de la hipófisis) y que ayuda a los riñones a reducir la cantidad de orina”.
Al ser una hormona que reduce la eliminación de orina es importante no beber en exceso cuando se toma la medicación.
¿Qué no se debe de hacer cuando su hijo moja la cama?
Es muy importante comprender que se trata de un trastorno y no de una acción consciente del niño. Por eso, desde Clínica, sus especialistas ofrecen las siguientes indicaciones a evitar:
- Nunca se debe castigar, amenazar, ni burlarse del niño por este motivo. Producen sensación de malestar en el niño y pueden disminuir su autoestima, repercutiendo en otras esferas de su vida (relaciones sociales, escolarización…).
- No levantar a su hijo por la noche, ya que lo harán independientemente de si el niño tiene sensación de vejiga llena o no. Esta acción no soluciona el trastorno, tan solo lo convierte en un reflejo condicionado.
- No poner un pañal.
Como último consejo, desde la Clínica de la Universidad de Navarra se recomienda el refuerzo positivo del niño en esta circunstancia. La mejor opción es llevar un recuento de los días que el niño moja la cama, tener un seguimiento especializado de forma médica y, cuando el niño haya podido controlar su vejiga, reforzar ese momento sin regalos materiales. Un ejemplo perfecto sería realizar un plan familiar adicional o dedicarle tiempo de calidad.
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