La miopía se convertirá en la principal patología oftalmológica de los próximos años y, la miopía en niños, es una dolencia más habitual de lo que puede parecer.

Los padres han de estar atentos a determinados signos -como el cansancio visual, tratar de enfocar ciertos objetos con la vista, frotarse los ojos de forma continuada, acercarse mucho los libros, problemas de rendimiento escolar…- ya que los más pequeños pueden no llegar a expresar que ven mal, pero el diagnóstico temprano es determinante en su progresión.

“Las causas de desarrollo y progresión de la miopía son muy diversas y, hoy día, no podemos hacer nada para modificar muchas de ellas. En cambio, está demostrado el efecto sobre la aparición de la miopía de determinados factores ambientales y del tiempo dedicado a realizar trabajos en cerca y/o con pantallas”, explican los especialistas de Clínica Universidad de Navarra.

De esta forma, es posible realizar cambios en determinados hábitos que serán beneficiosos para prevenir la miopía en los más pequeños.

¿Cómo prevenir la miopía en los niños?

Los especialistas de Clínica Universidad de Navarra ofrecen los siguientes consejos para ayudar a ralentizar o frenar el desarrollo de la miopía:

1. Actividades al aire libre

Realizar entre 90 y 120 minutos de actividad al aire libre al día (contando los tiempos de recreo escolar). “Se ha demostrado que la exposición a la luz natural tiene efecto beneficioso para prevenir la aparición de miopía y disminuir el ritmo de aumento de las dioptrías”, señalan.

2. Actividades en cerca (fuera del colegio)

“Limitar, en la medida de lo posible, las actividades de ocio en visión cercana, favoreciendo las actividades al aire libre. En niños con gran hábito de lectura, compensar esas horas con actividades en el exterior”, explican desde Clínica. 

Realizar frecuentes interrupciones en las actividades de cerca, aplicando la “Regla del 20/20”: cada 20 minutos de tarea de cerca, descansar la vista durante 20 segundos, mirando al punto más lejano que se pueda.

Mantener una distancia de 30 cm. del papel o aplicar “Regla del codo: “Colocar el codo encima de la mesa y la mano en la mandíbula, mantener esa distancia para realizar las tareas en cerca”. 

3. Actividades con pantallas (fuera del colegio)

Tal y como señalan los expertos de Clínica Universidad de Navarra, “en lo referente al desarrollo infantil saludable en general, la Academia Americana de Pediatría señala unas claras recomendaciones sobre el tiempo dedicado a las pantallas y la actividad sedentaria en niños”: 

  • Niños menores de 2 años no deberían utilizarlas. “La visualización de pantallas a una edad temprana puede limitar el tiempo para el juego y el aprendizaje activo, disminuir las oportunidades del desarrollo del lenguaje, afectar negativamente las habilidades de atención y afectar el desarrollo completo de los movimientos oculares”, explican.
  • Los niños entre 2 y 5 años deberían utilizarlas un máximo de 1 hora al día. Los niños en edad preescolar no deberían permanecer sedentarios o inactivos físicamente más de una hora seguida con la excepción del sueño. En este grupo de edad, un tiempo excesivo de pantallas se ha asociado con menos juegos activos al aire libre, retraso del desarrollo de las habilidades de lenguaje, peores habilidades sociales y un riesgo aumentado de sobrepeso.
  • Los niños en edad escolar (5 a 17 años) deberían limitar el tiempo de pantallas para uso recreativo a 2 horas al día. Deberían realizar interrupciones de los periodos de sedentarismo tan frecuentemente como sea posible, y utilizar los medios electrónicos para lograr interacciones y experiencias sociales positivas.

El sueño es también importante, especialmente si el tiempo de pantallas compite con el tiempo de sueño: los niños entre 5 y 13 años deberían dormir unas 9 a 11 horas ininterrumpidas por la noche, y los de 14 a 17 años unas 8 a 10 horas por noche. “Los hábitos de acostarse y levantarse a las mismas horas son de gran ayuda, así como reducir los tiempos de pantallas antes de dormir”, concluyen.