Científicos del Programa de Medicina Regenerativa y del laboratorio de Genómica Avanzada, del Centro de Investigación Médica Aplicada Universidad de Navarra (CIMA), han participado en una investigación multicéntrica e internacional que ha demostrado la eficacia de un fármaco en fase inicial para bloquear la acción de SARS-CoV-2, virus que causa la enfermedad COVID-19. La prestigiosa revista científica Cell publica este hallazgo.
Los investigadores analizan cómo actúa este nuevo virus en células humanas de riñón, y para ello emplearon pequeñas réplicas de estos órganos generadas con células madre y técnicas de bioingeniería, denominadas organoides.
Junto a los profesionales del CIMA han colaborado especialistas del Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC), el Instituto Karolinska (Suecia) y el Instituto de Ciencias de la Vida de la Universidad de British Columbia (Canadá).
Caracterización de los organoides de riñón
Antes de experimentar con el fármaco, los investigadores estudiaron la interacción entre el virus y la célula humana. Para agilizar el proceso de investigación y llevar los posibles resultados cuanto antes a la clínica, han empleado miniriñones u organoides de riñón infectados con SARS-CoV-2.
Mediante la caracterización de estas réplicas de riñón humano, “hemos conseguido identificar las células del tejido renal que expresan la enzima ACE2, un receptor que utiliza el virus para entrar en las células humanas”, señalan los investigadores de CIMA.
Como explica el artículo, la enfermedad por COVID-19 se produce por la interacción entre esta enzima y el virus SARS-CoV-2. Con este conocimiento, los investigadores han probado un fármaco ya existente en el mercado, pero cuyo uso se desconocía para afrontar este nuevo virus (llamado APN01). Estos prometedores resultados han activado un ensayo clínico con 200 pacientes con COVID-19.
“Gracias a la experiencia del laboratorio de Genómica Avanzada en los análisis genómicos de “single-cell” (caracterización de células únicas), hemos podido estudiar en detalle las distintas poblaciones de células que componen los organoides de riñón e identificar en cuáles de ellas está presente el receptor ACE2. Esta investigación demuestra cómo estas avanzadas técnicas de análisis celular y molecular permiten identificar mecanismos que intervienen en el funcionamiento normal de las células. A su vez, demuestra cómo la innovación en el campo de la terapia celular y la bioingeniería son imprescindibles para una medicina de vanguardia”, añaden desde CIMA.
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