Clínica Universidad de Navarra es referente, en España y Europa, en numerosas técnicas diagnósticas y abordajes terapéuticos para todo tipo de patologías, especialmente las de más difícil curación.

Ahora, Clínica Universidad de Navarra se ha convertido también en un centro de referencia internacional en el tratamiento del osteosarcoma gracias a la técnica quirúrgica del Dr. Cañadell, primer director de Cirugía Ortopédica y Traumatología de Clínica.

Una cirugía que, combinada con la quimioterapia intraarterial, permite conservar la función de la extremidad afectada, es decir, salvar la extremidad en más del 95 % de los pacientes.

Clínica Universidad de Navarra y el tratamiento del osteosarcoma

El osteosarcoma es un tumor maligno propio de niños y adolescentes, que se caracteriza por la formación incontrolada de hueso por parte de las células malignas.

Se trata de un tumor de baja incidencia, pero es fundamental obtener un diagnóstico temprano: “Cuanto antes se detecte, las posibilidades de supervivencia son mayores. Es muy importante tratar a los pacientes que los padecen en centros con experiencia”, explican los especialistas del Departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología de Clínica Universidad de Navarra.

“En la Clínica, hemos visto en los últimos 40 años aproximadamente unos 2.000 sarcomas óseos. Con esta combinación de quimioterapia intraarterial y cirugía, la mayoría de pacientes, más del 95 %, han conseguido conservar la extremidad”, añaden.

Actualmente, la supervivencia en los sarcomas óseos en Clínica es superior al 75 % a más de 15 años, y la conservación de la extremidad es superior al 95 %. 

Cirugía de conservación

La epifisiolisis previa a la resección es una técnica quirúrgica para tratar el osteosarcoma ideada en Clínica Universidad de Navarra en los años 80.

“Consiste en colocar un fijador externo unos días antes de la intervención para conseguir fracturar el hueso a través del cartílago de crecimiento. De esta forma, se preserva la articulación y gran parte de ese cartílago de crecimiento. Después se puede reconstruir la zona del tumor que se ha extirpado”, detallan.

Además de conservar la función de la extremidad afectada, combinar cirugía y quimioterapia intraarterial permite mejorar el pronóstico de la enfermedad. “Los tumores musculoesqueléticos eran enfermedades que precisaban cirugías muy radicales con índices de curación en torno a un 30 %, sin embargo, ahora se sitúa cerca del 80 %”, señalan desde Clínica. 

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