Clínica Universidad de Navarra ha liderado un estudio internacional que ha constatado que administrar niraparib tras el tratamiento de quimioterapia convencional, en pacientes recién diagnosticadas de cáncer de ovario avanzado, mejora su supervivencia libre de progresión y reduce su riesgo de recaída o muerte por esta enfermedad.
El estudio ha sido dirigido por el Dr. Antonio González Martín, codirector del Departamento de Oncología de Clínica Universidad de Navarra y Presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (GEICO).
Cáncer de ovario, el cáncer de mayor mortandad
“El cáncer de ovario es el sexto más frecuente entre las mujeres, con aproximadamente 205.000 nuevos casos al año en todo el mundo, y representa entre el 4 y el 5% de los tumores femeninos”, afirma la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
La mayoría de los casos de cáncer de ovario se diagnostican entre los 45 y 75 años, aunque hay un número significativo de pacientes desde los 30 años.
El cáncer de ovario es el tumor ginecológico que más defunciones provoca, ya que la mayoría de las pacientes son diagnosticadas en fases avanzadas de la enfermedad, “dada la ausencia de técnicas de diagnóstico precoz”, indica el Dr. González.
Además, hasta un 80% de las afectadas con un cáncer de ovario avanzado recaen tras el tratamiento con cirugía y quimioterapia.
Por todo ello, “esta investigación surge de la necesidad de buscar nuevas estrategias y terapias alternativas que aumenten la supervivencia de las pacientes con esta enfermedad”, señala el experto.
Esperanzador abordaje en cáncer de ovario
Niraparib es un potente fármaco inhibidor de PARP, una enzima implicada en la reparación del ADN y la muerte celular, que se emplea como terapia de mantenimiento en mujeres con recaída de cáncer de ovario, tengan o no mutado el gen BRCA, asociado al riesgo de padecer esta enfermedad.
“En este estudio hemos evaluado los beneficios de emplear niraparib tras el tratamiento estándar de cáncer de ovario basado en quimioterapia. Con este nuevo abordaje terapéutico hemos observado una mejora significativa de la supervivencia de las pacientes y una reducción de casi un 40 % de su riesgo de recaída”.
La investigación internacional, que analizó a 733 pacientes recién diagnosticadas con cáncer avanzado de ovario (de tipo histológico seroso o endometrio de alto grado), señala también que este tipo de abordaje aumenta la supervivencia libre de progresión de las pacientes con este tipo de cáncer.
Además, este abordaje se mostró muy beneficioso para aquellas pacientes con un tipo de defecto en la reparación del ADN, llamado deficiencia de la recombinación homóloga (HRD).
La mitad de las pacientes del estudio mostraron esta deficiencia y, tras recibir el tratamiento, se observó una reducción del riesgo de recaída o progresión de la enfermedad de un 57%.
Por todo ello, el Dr. González señala que “estos resultados sugieren considerar niraparib como una primera opción de tratamiento para pacientes con cáncer de ovario avanzado después de completar con éxito la quimioterapia de primera línea”.
Los resultados de esta investigación han sido publicados en The New England Journal of Medicine, revista médica líder en el mundo.
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