350.000 personas en España han sufrido algún episodio de vértigo en el último año.

El vértigo no es una patología, sino un síntoma. Se trata de una alucinación del movimiento que cualquier persona puede sufrir. “Crees que tu entorno se mueve cuando no lo está haciendo, y esto puede ocurrir cuando se está tumbado o caminando”, indican los especialistas de Clínica Universidad de Navarra.

Alimentación y vértigos

Desde Clínica Universidad de Navarra indican que “existen una serie de recomendaciones en la dieta y nutrición de los pacientes que sufren mareos y vértigo”, y señalan seis claves para prevenir y minimizar los síntomas de este problema:

1. Dieta baja en sal

Controlar la cantidad de sal de las comidas. No solo la que se añade en la mesa, sino también la que contiene el propio alimento o la que se añade durante su preparación. “Esto es en particular importante para los pacientes con enfermedad de Ménière: para ellos disminuir la cantidad de sal es el primer escalón de su tratamiento”.

2. Dieta baja en sodio

La reducción de la sal busca actuar sobre una de las más importantes fuentes de sodio en la dieta. Este elemento químico permite controlar la presión arterial y el volumen de sangre.

En pacientes con vértigo es recomendable bajar la ingesta diaria a 2000 mg con el objeto de prevenir la retención de líquidos. Es recomendable leer la información nutricional de los envases, ya que el contenido de sodio es muy alto en algunos como bebidas gaseadas, comidas precocinadas, condimentos…

3. Cafeína

Es recomendable reducir en un 20% la ingesta de bebidas ricas en cafeína, como el café, bebidas de cola, chocolate o té.

4. Cinco comidas diarias

Los pacientes han de hacer 5 comidas diarias frugales, controlando los excesos y bajadas descontroladas de azúcar”, señalan desde Clínica.

5. Evitar los alimentos con ‘glutamato monosódico’ (MSG)

Se trata de una sal que se usa como condimento para potenciar el sabor de los alimentos. No obstante, tiene una función fisiológica y las personas intolerantes a esta sustancia pueden padecer dolor de cabeza, mareo, vértigo, nauseas, vómitos, picor nasal, mucosidad, o crisis asmática.

También ha de revisarse la información nutricional si se experimenta alguna de estas reacciones después de una comida y consultar con el médico por si se trata de una reacción médica adversa o no. Si hay dudas sobre una posible alergia alimentaria, se ha de acudir al alergólogo.

6. Beber agua

Beber el agua que uno necesite. No se ha comprobado si el exceso o el defecto de agua es mejor o peor. “Por ello, no incida en este aspecto: solamente hay que dejarse llevar por las necesidades que indica la sed”.