Las intervenciones cerebrales son complejas: el cerebro es un órgano delicado y responsable de multitud de funciones de nuestro cuerpo.

“La cirugía del cerebro es uno de los procedimientos quirúrgicos más complicados por su naturaleza y delicadeza. Las intervenciones más frecuentes están relacionadas con la extirpación de tumores, la reparación de hemorragias o la aparición de coágulos de sangre. También es habitual tratar abscesos o infecciones. Sin embargo, la frecuencia de este tipo de intervenciones no está reñida con los riesgos que conlleva. Entre los más destacados se encuentran problemas relacionados con el habla, la memoria o la movilidad, que incluso pueden provocar accidentes cerebrovasculares o un coma”, señalan desde Clínica Universidad de Navarra.

Para las operaciones cerebrales, el Departamento de Neurocirugía de este prestigioso centro utiliza Nico BrainPath, un innovador sistema neuroquirúrgico mínimamente invasivo diseñado para abordar tumores o lesiones cerebrales de difícil acceso. Permite a los cirujanos acceder a las capas profundas del cerebro de forma menos invasiva e incrementa las condiciones de seguridad en este tipo de intervenciones. Un sistema que, además, “está diseñado para abordar tumores o lesiones cerebrales que sean profundas o de difícil acceso”, destaca el Dr. Bartolomé Bejarano, director del Departamento de Neurocirugía de Clínica Universidad de Navarra

“Cualquier operación del cerebro es complicada y conlleva riesgo, pero el BrainPath nos permite mejorar el pronóstico”, así lo afirma el especialista quien añade: “Es un sistema de retracción tubular. Esto quiere decir que permite introducir herramientas quirúrgicas para operar lesiones profundas del cerebro a través de cánulas. Sin este sistema sería necesario realizar una apertura más amplia del cráneo, con el riesgo que esto implica para este órgano. Lo más interesante, además, es que el acceso se realiza sin provocar ningún daño”.

Seguridad y versatilidad, las mayores ventajas del sistema Nico BrainPath

El sistema Nico BrainPath ofrece dos destacados beneficios para los especialistas y para los pacientes:

  • La seguridad es la principal ventaja. “El sistema nos permite realizar una cirugía mínimamente invasiva. Evidentemente, cualquier operación del cerebro es complicada y conlleva un riesgo por su propia anatomía. Pero con este tipo de intervención conseguimos nuestro objetivo a través de una mínima apertura en el cráneo”, indica el especialista.
  • Versatilidad: el sistema Nico BrainPath “aporta el beneficio de una cirugía abierta, ya que permite controlar la lesión y disecarla, pero lo consigue desplazando cada uno de los fascículos del cerebro sin dañarlos”.

En palabras del Dr. Bejarano, sin este sistema, un neurocirujano se enfrenta a muchos riesgos: “Cuando operas esa parte del cerebro estás trabajando una zona que no se debe dañar porque dejarías al paciente sin memoria. Además, también es un área con venas importantes que llevan toda la sangre a la parte central del cerebro. Esa región controla la vigilia y la consciencia. Si esas venas se dañan, se produce una trombosis que desemboca en un coma, por lo que estamos hablando de una zona con una delicadeza enorme”.

¿Cómo es la cirugía cerebral con el sistema Nico BrainPath?

El especialista de Clínica Universidad de Navarra explica con más detalle cómo es la intervención: “El paciente es intervenido bajo anestesia general y con una fijación de su cabeza para poder hacer correctamente la navegación a través del cerebro. Una vez está colocado todo el instrumental, los especialistas de Clínica Universidad de Navarra seleccionan el lugar por el que se va a acceder en función de la localización de la lesión. Después de abrir el cráneo unos tres centímetros, utilizan un sistema de navegación para poder llegar a la zona que se quiere intervenir. A partir de ese momento, los cirujanos añaden un sistema de trituración o de aspiración, según el tipo de intervención, y siempre añaden dichos materiales a través del espacio de cánulas que han introducido”.

Al tratarse de una cirugía mínimamente invasiva, esto es sumamente beneficioso para el paciente, ya que su recuperación es más rápida y puede evitar algunas de las situaciones que pueden darse tras una intervención: “La recuperación de los pacientes con el uso de estas técnicas mínimamente invasivas son mucho más rápidas, porque el paciente tiene menos sangrados y hay menos riesgo de infecciones. Además, la estancia hospitalaria se reduce considerablemente y eso lleva asociado una menor medicación”, concluye el Dr. Bejarano.

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