Un mal calzado puede conllevar la aparición de diferentes molestias en el pie. La deformación del antepié engloba las consultas más frecuentes en torno a las dolencias del pie. Y, más en concreto, la aparición de los juanetes es de las más comunes, reconocen los especialistas desde Clínica Universidad de Navarra.

El dedo gordo del pie, es el principal afectado por la aparición de esta dolencia. Así, el juanete es una deformidad que afecta a la articulación metatarsofalángica del primer radio en la que este dedo se desvía lateralmente hacía el resto. El signo más conocido del desarrollo de esta enfermedad es el surgimiento de un bulto en el borde medial del pie. Este, conforme va creciendo comienza a provocar dolor.

Existen múltiples causas de estas patologías. No obstante, uno de los factores más importantes en la aparición de las deformidades es el uso de cierto tipo de calzado. Por ejemplo, cerrado en punta y la disminución de espacio suficiente para los dedos.

También, un tacón alto debido a la presión de los zapatos, especialmente en la articulación del dedo gordo del pie, puede favorecer esta dolencia. Tampoco se recomienda un calzado muy estrecho ya que el dedo gordo se puede montar sobre el segundo dedo. Además de que, es un tipo de calzado que suele tener mayor dificultad para caminar y apoyar bien.

Por eso, encontrar zapatos de calidad que se adapten al pie pueden ayudar a aliviar, reducir el dolor e incuso evitar la aparición de juanetes.

Junto al calzado, se encuentra la causa genética y el paciente poco puede hacer para prevenirla.

Juanetes, la importancia de un buen calzado

Por ello, el uso de un calzado adecuado se vuelve fundamental tanto para prevenir como para tratar los juanetes, y frenar su desarrollo.

El tratamiento más conservador es el uso de férulas o cambiando el tipo de calzado. Las medidas conservadoras no van a corregir la deformidad existente, pero pueden evitar que aumente y mejorar los síntomas.

El único procedimiento correctivo de los juanetes es la cirugía. Existen diferentes técnicas quirúrgicas, según el nivel de afectación y gravedad de cada caso. La intervención corregirá la deformación y deberá ser cuidada posteriormente con el uso de un buen calzado para no restar efectividad a la cirugía.

Por ello, desde Clínica ofrecen tres claves para cuidar nuestros pies y elegir el calzado más adecuado:

1. Un calzado anatómico y con la horma interna recta.

2. Con espacio suficiente para todos los dedos: evitar zapatos que terminen en punta o en forma de V invertida.

3. El tacón cuanto menor sea, mejor: el tacón favorece la retracción de la musculatura posterior de la pierna. Lo ideal sería no llevar un tacón superior a los 2’5 o 3 cm.

Otras patologías del pie

Tal y como ya hemos advertido, el juanete es una de las dolencias que puede afectar al pie. Este, está compuesto por 26 huesos, 33 articulaciones y más de un centenar de músculos, ligamentos y tendones. Una complejidad que abre las puertas a distintas enfermedades. Una de las que puede acompañar al juanete es la bursitis, una inflamación de la bolsa sinovial que recubre las articulaciones.

Otras deformaciones que dañan los dedos son los dedos en garra o martillo. Estos varían según el nivel de deformidad, y que ésta sea en flexión o extensión. En ellas, de nuevo el calzado juega un papel clave.