Con los cambios de temperatura, la llegada del otoño y el invierno, el frío… podemos sufrir una afección de las vías respiratorias. Las más comunes en esta época del año son la gripe y el catarro.

Tanto el resfriado como la gripe tienen origen vírico, por lo que no se debe tomar antibióticos. Estos fármacos se utilizan para tratar infecciones de origen bacteriano, por eso no tienen efectos frente a los virus.

Se trata de virus diferentes, el virus de la gripe es específico cada año. Es estacional, por lo que cada año en octubre se inician campañas de vacunación de gripe en pacientes de riesgo.

Mientras, los virus del catarro son diversos. Son menos peligrosos y pueden aparecer a lo largo de todo el año.

¿Cómo diferenciar un catarro o resfriado de una gripe?

Aunque la gripe y el catarro son dos afecciones muy distintas, de forma común tendemos a asimilar que los síntomas son los mismos.

La realidad es que los síntomas del resfriado son más livianos, mientras que en la gripe encontramos dolencias adicionales algo más intensas.

Síntomas del resfriado

  • Congestión nasal.
  • Dolor de cabeza.
  • Molestia en la garganta.
  • Tos.
  • Afonía.
  • Décimas de fiebre.

Síntomas de la gripe

  • Los síntomas son más intensos que en el resfriado.
  • Dolores musculares o articulares.
  • Malestar general.
  • Fiebre más elevada, que alcanza o supera los 38 grados.

Los especialistas de Clínica Universidad de Navarra destacan que el diagnóstico depende de la sintomatología, y sólo se realizarán pruebas de laboratorio o radiológicas para descartar otras enfermedades.

¿Cómo tratar el resfriado y la gripe?

Al tratarse de infecciones víricas, virus, el tratamiento es sintomático. Permite encontrarse mejor, pero no cura, ya que la curación y la duración del proceso dependen de las características del virus y de la respuesta de nuestro sistema inmune.

Por ello, desde Clínica destacan los siguientes medicamentos para combatir los síntomas de gripe y de resfriado:

  1. Analgésicos y antipiréticos, para calmar el dolor y bajar la fiebre.
  2. Antihistamínicos, que rebajan el picor de ojos, nariz y garganta.
  3. Descongestivos, para evitar el goteo nasal.
  4. Antitusivos, que inhiben el reflejo de la tos.

Grupos de riesgo ante la gripe y resfriado

Hay pacientes, que pertenecen a grupos de riesgo, en los que la evolución de la gripe y del resfriado no es igual que en otras personas, y para quienes la infección vírica puede complicar o agravar enfermedades existentes.

Ancianos, fumadores, inmunodeprimidos o pacientes con EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) son algunos de ellos.

Por ello, para evitar la gripe y prevenir su transmisión, desde Clínica Universidad de Navarra recomiendan vacunarse, especialmente estos pacientes que pertenecen a grupos de riesgo.