Prestar atención en las capacidades del niño, aparte de sus gustos, es una buena clave para ayudar a Papá Noel o a los Reyes Magos a seleccionar los presentes navideños. 

“Escoger regalos de Navidad puede ser una buena oportunidad para atender, tanto los deseos del niño, como el desarrollo de sus capacidades perceptivo manipulativa, lógico-visoespacial, lingüística, motricidad gruesa y musical”, indica la Dra. Montserrat Erostarbe, psicopedagoga de la Unidad de Neuropediatría de Clínica Universidad de Navarra (CUN). 

¿Cómo elegir los regalos para impulsar las habilidades? 

Los expertos de CUN ofrecen interesantes claves en función de cada destreza: 

  1. Capacidad lógico-visoespacial. “Siempre adaptado a la edad, sería interesante buscar un regalo que desarrolle los aspectos visoespaciales y lógico-matemáticos, por ejemplo, los cubos de construcción o rompecabezas”, destaca la Dra. Erostarbe. 
  1. Habilidad musical. “Igualmente es una buena oportunidad para regalar un instrumento-no hay uno más indicado que otro- para desarrollar la sensibilidad musical a través de la práctica”, subraya la especialista. 
  1. Creatividad. Otro aspecto relevante son los juegos que potencian la manipulación, como las manualidades. “Para estimular la creatividad en los más pequeños, el juguete no debe ser autosuficiente, ya que convierte al niño en un espectador pasivo. Es interesante que presente varias opciones para que el niño se involucre, ya que en estos juegos de carácter creativo su participación cobra mayor relevancia. No tiene por qué ser un juguete caro, esto no implica que la estimulación sea mayor”, detalla la Dra. Cristina Esteve, especialista en Pediatría de CUN. 
  1. Equilibrio y coordinación. También es importante potenciar otras capacidades como la motricidad gruesa, con juegos y regalos como bicicletas o patines.
  1. Capacidad lingüística. Los cuentos son un excelente medio para impulsar el lenguaje en los niños más pequeños.  

También para estos últimos son interesantes los juegos simbólicos, en los que imitan situaciones de la vida real. “Algunos juguetes que podrían ayudar a realizarlo son los alimentos y coches de juguete, figuras o disfraces”, señalan desde Clínica Universidad de Navarra.  

Un clásico que no ha de perderse son los juegos de mesa ya que “fomentan la paciencia, moderan la impulsividad, enseñan a guardar turnos, jugar en equipo o plantear estrategias”, añade la Dra. Esteve. 

Niños y pantallas, ¿qué opinan los expertos? 

¿Y si los Reyes Magos traen tecnología? “Muchos jóvenes cubren su necesidad social a través de las pantallas, utilizando redes sociales o los videojuegos. Aislar o ignorar esta realidad es contraproducente. Lo ideal es prevenir y controlar el uso del móvil u ordenador dependiendo del adolescente y su nivel de responsabilidad. Algunos son capaces de autorregularse, otros no”, advierte la Dra. Erostarbe. 

El actual uso de ordenadores, tabletas o videojuegos, ¿beneficia o perjudica el correcto desarrollo de los niños más pequeños? “Las pantallas forman parte de nuestras vidas y hemos comprobado su utilidad, pero estamos viendo serios problemas en el desarrollo de los niños, como la adicción y la falta de concentración”,asevera la Dra. Esteve quien afirma además que, cuanto más tiempo dedican a las pantallas, menos tiempo tienen de actividad física al aire libre, de lectura o de juegos en familia: “Estoy segura de que existen muchos talentos ocultos (pintura, música, etc.) no desarrollados por usar demasiado tiempo las pantallas en su tiempo libre. El reto de los adultos es ayudar a los niños a descubrirlos y desarrollarlos”

Regalar a niños con trastorno del espectro autista o déficit de atención e hiperactividad 

Tal y como destacan desde Clínica Universidad de Navarra, “la búsqueda del mejor regalo para Navidad evidencia también que no todos los niños desarrollan sus capacidades de la misma forma, al existir, entre otras, algunas patologías como el trastorno del espectro autista o el déficit de atención e hiperactividad”. 

¿Cómo acertar en estos casos? “En realidad, depende de la finalidad del juego en sí. Es decir, si buscamos que pase un buen rato jugando a aquello que más le gusta, pero probablemente aislado, o si preferimos que trabaje alguno de sus puntos débiles, como la capacidad de reconocer emociones y empatizar”, señala la Dra. Erostarbe. Según la especialista, lo ideal es combinar ambos tipos de juego, pero prestando atención a la edad, el lenguaje y capacidad intelectual del niño”. 

A pesar de que cada caso es distinto, sí existe un patrón que los padres pueden tener en cuenta estas fiestas: “Los juegos orientados a roles o de aspecto social no suelen ser de su agrado, pero podemos fomentar que los toleren a través de actividades más sencillas que, además, impliquen mímica o gestos, que son una de sus dificultades.Si combinamos estas actividades con juguetes que permitan movimientos circulares, melodías, texturas u olores permiten un equilibrio muy interesante, ya que son niños especialmente sensoriales. Además, los más mayores pueden llegar a destacar en aspectos visoespaciales y viso-constructivos, por lo que sería interesante apostar por actividades como puzles, legos, etc.”, recomienda la especialista. 

En el caso de los niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad, sucede algo similar: Ante todo, son niños y necesitan jugar y, por ello, se recomiendan juegos cooperativos en los que se trabaje en equipo para conseguir recompensas a corto plazo y a largo plazo, fomentando así la tolerancia a la espera”, explica la Dra. Cristina Vidal, especialista en Psicología Clínica. 

 “En los más pequeños también son útiles aquellos juegos con normas o rutinas bien establecidas para que puedan ir aprendiendo a establecer hábitos y a tener actividades rutinarias” y, por otra parte, “el ejercicio físico también es muy positivo para mejorar la atención en estos chicos, por lo que juegos en los que puedan moverse, correr, saltar, etc., serán de utilidad. Se han puesto de moda objetos para el fidgeting, es decir, objetos preparados para poder manipularlos con las manos y los dedos de distintas formas que alivian la necesidad de movimiento e inquietud psicomotriz”, concluye la Dra. Vidal.