El mayor brote de listerioris registrado en España, entre agosto y septiembre de 2019, dejaba más de 200 pacientes ingresados en cinco comunidades autónomas, la mayoría de los casos en Andalucía, más de una treintena de embarazadas (algunas de ellas sufrieron además abortos o partos prematuros) y tres fallecidos, según datos del Ministerio de Sanidad.

La listerioris es una enfermedad producida por la bacteria Listeria monocytogenes. Esta puede producir una infección cuando las personas ingieren alimentos que están contaminados por la bacteria.

“La bacteria se encuentra en el ambiente y puede entrar en contacto con los animales y vegetales, que se convierten en el medio por el cual las personas pueden contraer esta enfermedad”, explican desde el Departamento de Microbiología de Clínica Universidad de Navarra.

Aunque la patología es poco frecuente, y suele ser asintomática o producir síntomas gastrointestinales leves y fiebre alta, muy similares a los de una gastroentiritis, pueden aparecer cuadros graves en grupos de riesgo -pacientes con el sistema inmune débil como inmunodeprimidos, personas de edad avanzada, niños y embarazadas-. Se incluyen meningitis, septicemia, abortos, partos prematuros, o afectaciones en el recién nacido.

“Una de las características más importantes de la listeria, y por eso existe un control alimentario dentro de la legislación europea, se basa en su capacidad de crecer en condiciones de temperatura extrema. Resiste tanto al frío (a unos 4º) como al calor (40º)”, apuntan los especialistas. “Pese a que nos son las temperaturas idóneas para la bacteria, sí puede permanecer viable en ellas”.

Esta resistencia hace necesaria una higiene adecuada de los alimentos, inactivar la bacteria y evitar contraer la infección de la listeriosis.

Por ello, y especialmente para las personas incluidas en el grupo de riesgo, se recomienda un completo cocinado de los alimentos: “Cocinar a alta temperatura o la congelación inactivan la bacteria, evitar comerlos crudos o aquellos elaborados que no precisan de una cocción adicional”, explican desde Clínica.

¿Qué hacer si se ha consumido un alimento contaminado con listeria?

Si se sospecha que se ha podido consumir un alimento contaminado con listeria, “debe acudirse a un centro médico donde el especialista valorará la situación del paciente y aplicará las medidas necesarias para la correcta evolución del paciente”.