Investigadores del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) Universidad de Navarra y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra han identificado, en una investigación en modelos animales, un compuesto que previene la muerte neuronal en la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA).
El estudio sugiere que ISRIB podría impulsar el desarrollo de terapias efectivas contra esta patología neurodegenerativa.
El estudio se ha publicado en Cell Death & Disease, revista del grupo Nature.
Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA)
Solo en España, se diagnostican cada año 900 nuevos casos de ELA, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). En Europa, afecta a entre 3-5 personas por cada 100.000 habitantes.
La ELA es la patología neuromuscular más frecuente y la tercera enfermedad neurodegenerativa más común, tras la demencia y el parkinson.
En esta enfermedad neuromuscular y neurodegenerativa las neuronas motoras, o motoneuronas, mueren. Estas neuronas son las encargadas de la coordinación neuromuscular y del movimiento.
Actualmente no tiene cura y la tasa de mortalidad es tal: la cifra de fallecidos es similar a la de nuevos casos. La esperanza de vida es de unos tres años.
“Los tratamientos disponibles no frenan de manera efectiva la muerte de las motoneuronas ni el progreso de la ELA. Por lo tanto, para desarrollar una terapia eficaz, es urgente conocer los mecanismos que determinan la supervivencia de las motoneuronas”, señalan desde CIMA.
Por todo ello, el estudio y los resultados obtenidos por los investigadores de CIMA y la Facultad de Medicina de la Universidad de Navarra son muy relevantes.
Un compuesto que previene la muerte neuronal
Los investigadores han identificado un compuesto que previene la muerte neuronal en modelos experimentales de ELA.
“Investigaciones previas han demostrado que determinadas situaciones de estrés causan la muerte de las motoneuronas. Así, se sabe, que un mecanismo de respuesta al estrés, conocido como la respuesta al malplegamiento de proteínas (o UPR, por sus siglas en inglés) es clave en la supervivencia neuronal en esta enfermedad. En concreto, la UPR promueve diversas acciones que pueden ayudar a la neurona a sobrevivir o a morir”, explican.
De esta forma, los científicos han estudiado el papel de este mecanismo para mejorar la supervivencia de las motoneuronas en un modelo neuronal de ELA.
“A través de una aproximación farmacológica, hemos descubierto que la modulación de la UPR mediante un compuesto, ISRIB, mejora significativamente la supervivencia neuronal en un modelo que recapitula la toxicidad del ELA (basado en la expresión del gen G93A SOD1). En concreto, ISRIB previene la muerte neuronal al regular la síntesis de proteínas en las neuronas, aliviando el estrés celular que sufren”, indican.
Los hallazgos demuestran que la modulación fina de la respuesta al estrés podría impulsar nuevos tratamientos para los pacientes con ELA.
“En la actualidad, nuestra investigación se centra en el desarrollo de experimentos preclínicos donde se evalúa la capacidad de ISRIB (o compuestos con propiedades semejantes) para detener o retrasar el progreso de la patología en modelos animales de ELA. Otra línea de trabajo trata de comprender con más profundidad cómo protege ISRIB a las motoneuronas. Asimismo, estamos estudiando si estos descubrimientos podrían conducir a una terapia génica efectiva para esta enfermedad”, concluyen.
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