La fruta es sumamente beneficiosa para nuestra salud y los médicos recomiendan ingerir cinco piezas de fruta y verdura al día.

Más allá de hablar de los beneficios del consumo de frutas y verduras habría que concienciar sobre los perjuicios de no hacerlo, ya que las patologías más prevalentes hoy en día, las enfermedades crónicas no transmisibles están muy ligadas al estilo de vida y consumir una suficiente cantidad de frutas y verduras es uno de los pilares de un estilo de vida saludable”, explican desde Clínica Universidad de Navarra.

No siempre comemos fruta o verdura, bien por gustos, rutinas diarias, etc. Además, existen algunos mitos que se han creado en torno a estos alimentos, pero para desterrarlos y concienciar sobre los beneficios de estos alimentos, los especialistas de Clínica Universidad de Navarra dan respuesta a algunas de esas preguntas o dudas comunes.

1. ¿Hay frutas mejores que otras?

 “El objetivo es consumir frutas y, también, verduras. Normalmente, se sugiere la ingesta de verdura dos veces al día y tres de fruta sin olvidar que esta recomendación de cinco piezas es un mínimo, no un máximo. Se debe animar a consumir fruta y verdura en el momento del día que se desee, respetando gustos y el patrón cultural de cada persona”.

En cuanto al tipo de fruta, “todas son válidas”. Siempre es aconsejable priorizar aquellas que están de temporada: tendrán un estatus óptimo de vitaminas y minerales.

2. ¿Es desaconsejable el aporte de azúcar (fructosa)?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera el azúcar de la fruta como un “azúcar naturalmente presente” o “azúcares intrínsecos”. Por lo que su consumo no se ha asociado a efectos negativos.

En concreto, la fruta aporta hidratos de carbono simples, principalmente fructosa, que es un monosacárido, “pero más allá de eso es muy buena fuente de fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes y agua”, explican desde Clínica.

En relación a la elevación de la glucosa en sangre, propia tras la ingesta de alimentos con hidratos de carbono, lo importante es aprender a seleccionarlos alimentos que aportan la mejor fuente de hidratos de carbono y priorizar los que tengan un perfil nutricional y de absorción más favorable como frutas, verduras, cereal integral, legumbre y lácteos como la leche y el yogur.

3. ¿Engorda la fruta por la noche?

Muchas personas limitan el consumo de fruta por la noche por temor a ganar peso, pero “eligen otras opciones con peor perfil nutricional, como puede ser un yogur azucarado”.

 “La fruta no engorda, de hecho, los estudios apuntan a que el consumo de fruta ayuda a prevenir la obesidad y la ganancia de peso, debido a su baja densidad calórica, afirman desde Clínica Universidad de Navarra. 

De hecho, consumir fruta y verdura a diario es una de las 10 recomendaciones del Centro de Investigación en Nutrición (CIN) de la Universidad de Navarra para la prevención de la obesidad.

 “No hay que olvidar que para valorar la ganancia o pérdida de peso no se puede atribuir a un solo alimento, sino considerar la dieta en su conjunto”, añaden.

4. La fruta, ¿entera o en zumo?

Como ya destacábamos en nuestra publicación “Mitos y verdades sobre algunos hábitos saludables”: la fruta es mejor consumirla siempre en pieza entera. “En zumo, puede aumentar la porción de azúcares ingeridas”, indican desde Clínica.

En zumo se considera azúcar libre, por lo que se debería limitar su consumo al estar asociado a un mayor riesgo de obesidad, caries, diabetes, etc. “Para hacernos una idea un vaso de zumo aporta unos 20 gramos de azúcares libres”.

Por lo tanto, un zumo no sustituye a las tres piezas de fruta de consumo diario. “Una opción intermedia puede ser tomar la fruta batida, como un smoothie, ya que sería mejor alternativa que el zumo al llevar la pulpa que contribuye a aumentar la saciedad y limitar la velocidad de absorción de los hidratos de carbono respecto al zumo”, recomiendan.

5. Fruta, ¿antes o después de la comida?

Estamos acostumbrados a comer fruta como postre, pero hay quienes la consumen antes incluso de comer.

“Esta moda surgió de la idea de que si se empieza a comer por la fruta, aumentará la saciedad y se podrá moderar la ingesta del resto del menú. Pero este objetivo (aumentar la saciedad) se puede lograr empezando a comer un buen plato de vegetales crudos o cocinados que ha de ser la parte mayoritaria de nuestro plato y que es más compatible con nuestro patrón cultural”, indican los especialistas.

La fruta aporta la misma energía, cantidad de agua, fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes e hidratos de carbono por la mañana, por la noche, antes de comer o como postre”, recalcan desde Clínica. 

6. Alergias a la fruta

Cerca de dos millones de personas son alérgicas a algún alimento en España. Se trata de alergias alimentarias: el paciente tiene una reacción sobre algunos alimentos y el sistema inmunitario del organismo desencadena el rechazo.

Las alergias más comunes son a la leche, el huevo, los frutos secos, el pescado, y también la fruta.

“Para evitarlo, la principal medida es evitar su consumo, tanto directo como en trazas o productos que hayan podido entrar en contacto con ellos”.

Previa a una modificación de cualquier alimento de la dieta, los especialistas de Clínica Universidad de Navarra indican que es necesario un diagnóstico médico.