El vértigo es un trastorno del equilibrio. Se trata de una sensación de movimiento que una persona tiene sin que exista como tal. Se debe a una alteración del sistema vestibular (alojado en el oído interno y cuyo centro neurológico está en el tronco del encéfalo).
Según informa la Sociedad Española de Otorrinolaringología (SEORL- CCC), el 80 % de la población ha sufrido un episodio de vértigo en su vida. También, y según sus estimaciones, “2.300 personas podrían padecer una crisis de vértigo al día”. Aunque puede ocurrir en cualquier edad, es más común en personas mayores, y es el tercer motivo de consulta al especialista.
Además de «provocar mareos», muestra múltiples síntomas como dolor de cabeza, sensación de pérdida de equilibrio acompañada de náuseas y vómitos.
Existen diversos tipos de vértigos y formas de clasificarlas. Una de ellas se basa en la localización de la enfermedad que lo causa, y los divide en periféricos y centrales:
- Vértigo periférico, el más frecuente: está causado por la afectación del laberinto (oído interno) y del nervio vestibular (el que lleva la información del equilibrio desde el oído interno al cerebro). Los pacientes suelen presentar además pérdida de audición y zumbidos, presión y dolor en el oído.
- Vértigo central: alteración de los mecanismos neurológicos del propio sistema vestibular. En estos casos es frecuente la existencia de alteraciones de la marcha y postura con inestabilidad muy llamativa, visión doble, problemas para la deglución, cefalea intensa, entre otros síntomas.
Ejercicios de equilibrio estático
Los ejercicios de equilibrio estático pretenden intentar prevenir y ayudar a controlar los síntomas de una crisis vertiginosa.
Tal y como enumeran los especialistas de Clínica Universidad de Navarra, “esta serie de medidas de protección pueden ser adoptadas en diversos momentos por cualquier sujeto”:
- Mantener el calendario de vacunaciones al día, especialmente las vacunas de gripe entre los sujetos de riesgo.
- Acudir al médico para tratar lo antes posible cualquier infección de nariz, oídos y garganta, o incluso ante su sospecha.
- Evitar introducir cualquier objeto en el conducto auditivo externo. En caso de obstrucción por tapón de cerumen, o presentar molestias locales como picor o dolor, acudir a su médico.
- Llevar casco es necesario para cualquier actividad deportiva en la que pueda ocurrir un golpe o un traumatismo craneal.
- Utilizar cinturón de seguridad durante los viajes en coche o avión.
- Evitar actividades en las que exista una posibilidad alta de traumatismo craneal o del oído.
- Evitar situaciones que puedan crear cambios de presión súbitos e intensos en los oídos.
- Al sonarse la nariz, hacerlo con suavidad manteniendo uno de los lados abiertos.
- En caso de catarro o gripe, incluso sinusitis o ataque alérgico, evitar de manera imperativa realizar viajes en avión. Evitar viajar en un avión no presurizado.
- Consultar al médico en caso de querer realizar deportes acuáticos, como el buceo.
- Evitar permanecer en sitios mal ventilados mientras se utilizan productos de limpieza potencialmente tóxicos.
- Nunca tomar medicación sin consultar al especialista. Esto es especialmente importante con los antiinflamatorios, antibióticos y tranquilizantes-relajantes.
Vértigos y sistema visual
El sistema visual es uno de los tres implicados en el mantenimiento del equilibrio. Cualquier trastorno puede generar un agravamiento de la sintomatología, aumentando la inestabilidad o la capacidad de mantenerse totalmente equilibrado.
El sistema visual puede estar alterado por traumatismos, enfermedades o los cambios naturales propios de la edad que impiden una correcta visión cercana o de lejos. También puede existir una alteración de su función en sitios mal iluminados o al llevar gafas con una mala corrección óptica.
Además, puede ocurrir que, al modificar las gafas a una nueva corrección, pueden pasar unos días en los que esa sensación de mareo o inestabilidad aumenta. Puede haber también una alteración visual en el caso de infección, en la exposición a los ultravioletas, por glaucoma, etc.
Desde Clínica Universidad de Navarra detallan algunas medidas de protección visual para pacientes con trastornos del equilibrio:
- Utilizar gafas protectoras al trabajar con fresadoras, tornos y cualquier otro aparato sobre materiales que puedan producir virutas que salgan despedidas y puedan entrar en el ojo.
- Utilizar gafas de sol con protección frente a ultravioleta ante cualquier exposición al sol.
- No mantener la vista fija al sol, especialmente durante un eclipse ni a luces halógenas.
- Acudir urgentemente al médico si se aprecia enrojecimiento, picor o quemazón en los ojos.
- Realizar una revisión anual de la vista. Esto es especialmente importante en pacientes con glaucoma.
- Tener cuidado al probar unas gafas con una nueva corrección. En el caso de las progresivas esto puede ser completamente imposible y percibir un aumento muy intenso y permanente de la inestabilidad.
- Mantener una adecuada iluminación en casa, utilizando incluso luces de baja intensidad en los pasillos por la noche.
- Tener especial cuidado durante espectáculos de fuegos artificiales.
Vértigo y sistema propioceptivo
La propiocepción el sentido que nos ayuda a conocer el movimiento y la posición de las articulaciones. “Este puede estar alterado por los traumatismos sufridos en brazos y piernas o en el sistema nervioso central, así como en enfermedades como la diabetes”, explican los especialistas.
Desde Clínica Universidad de Navarra detallan algunas medidas de protección propioceptiva en pacientes con mareo y vértigo:
- Evitar caminar descalzo en una superficie a alta temperatura.
- Mantener el peso ideal. Además, existen una serie de recomendaciones en la dieta y nutrición de los pacientes que sufren mareos y vértigo. Puede conocerlas en nuestro post: “La correcta alimentación previene los mareos y vértigos”.
- Los pacientes diabéticos deben mantener una vigilancia estricta de los niveles de azúcar y un control adecuado seguido por el médico.
- Evitar cruzar las piernas al estar sentado, ni sentarse sobre ambas piernas cruzadas y flexionadas. En el momento de notar que la pierna se duerme, cambiar de posición inmediatamente para evitar que esa sensación progrese.
- Realizar ejercicio periódicamente de acuerdo con la capacidad personal, forma física y las recomendaciones del médico. “La práctica del Tai Chi, un tipo de ejercicio tradicional chino, se ha demostrado eficaz durante la rehabilitación vestibular, para pacientes mayores y beneficioso para prevenir caídas”, añaden.
- Evitar la realización excesiva de ejercicio. La realización de un sobreesfuerzo puede ocasionar una rigidez en las articulaciones y musculatura.
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