Con el verano, llegan también las vacaciones. Hasta hace unos años, las posibilidades de vacaciones eran mucho más reducidas de lo que son actualmente.
Hoy en día, las opciones son muy diversas pudiéndose hacer un planteamiento más a la carta de estos días estivales.
¿Por qué son importantes las vacaciones?
El objetivo de las vacaciones es favorecer una actitud de descanso que permita la recuperación física y psíquica.
El cuerpo humano tiene una capacidad limitada para enfrentarse a un esfuerzo continuo. Por ello, esta recuperación es necesaria tras un periodo laboral que ha durado meses y es habitual que se haya producido un desgaste, que afectará más o menos en las personas.
Estas vacaciones son una gran oportunidad para hacer actividades que en el periodo normal no se pueden hacer. Por eso, existen diversos planteamientos a la hora de planificar las vacaciones, desde los más “clásicos” hasta otros más “modernos”.
Cómo planificar las vacaciones
Los especialistas de Clínica Universidad de Navarra plantean dos preguntas a tener en cuenta a la hora de planificar un tipo de vacaciones u otro, con todas las combinaciones y matices que puede haber.
- ¿Cuál es mi estado físico y psíquico antes de las vacaciones?
El verano es un gran momento para conseguir esa recuperación.
- ¿Qué provecho quiero sacar de este periodo de descanso?
Obtener este rendimiento dependerá de los objetivos planteados. Puede ser desde conseguir un ritmo de vida más tranquilo, tener tiempo libre para las aficiones, o vivir actividades y experiencias que durante el año no pueden realizarse. En todo caso, es conveniente no hacerse planteamientos o expectativas irreales de las vacaciones para evitar frustraciones o desencantos.
¿Qué tipo de vacaciones elegir?
Las vacaciones tranquilas no tienen porqué necesitar un gran desplazamiento o realización de actividades y planes extraordinarios. Simplemente tienen su propio ritmo, con un horario más relajado que el adoptado en el periodo laboral.
Balnearios, turismo rural, playa… Ofrecen excepcionales opciones para disfrutar y aporta beneficios al organismo: se adapta con facilidad; se consigue un descanso físico y psíquico; el tiempo libre permite iniciar o desarrollar aficiones; es un gran momento para mejorar las relaciones personales, sociales y familiares.
Otra opción es disfrutar de unas vacaciones con mayor actividad. Las vacaciones movidas son rompedoras en múltiples sentidos y ofrecen experiencias que en el día a día son más difíciles de vivir.
Desde Clínica Universidad de Navarra destacan que esta opción supone un mayor esfuerzo, necesitando que el organismo siga el ritmo que mantiene el resto del año. Y el desgaste físico y económico es mayor.
No obstante, las posibilidades de diversión son más altas y la motivación que se obtiene en esas vacaciones compensa el esfuerzo realizado.
En resumen, las vacaciones deben tener contenido y ofrecer una satisfacción que mejore el descanso físico y psíquico.
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