Nuestras acciones tienen efectos en la aceleración del cambio climático, la pérdida de biodiversidad… y sus con­secuencias. Cuando hablamos de la salud del planeta, hablamos de nues­tra propia salud. Ser sostenibles hoy para revertir la situación ya no es una opción, es una necesidad.

El mar como fuente de salud y vida

ACUNSA, como compañía de seguros de salud, quiere trabajar en esta línea y desarrollar acciones, y favorecer cola­boraciones, que ayuden a la sostenibi­lidad, eligiendo el mar como fuente de salud y vida. Sabemos que lo que hagamos solo serán pequeños granos de arena, pero queremos que la palabra ‘sostenibilidad’ sea parte de nuestro ideario como compañía.

Vamos a apoyar distintas iniciativas y pro­yectos, que estén relacionados o que favorezcan la limpieza de nuestros mares, un uso sostenible de todas sus riquezas, y ayuden a concienciar de su influencia en nuestra salud, aunque no vivamos cerca.

ACUNSA recoge 300 kg de plástico del mar Mediterráneo

La Tierra como la cono­cemos no sería posible sin la existen­cia de los mares y océanos: el 80% de los animales del planeta habita aquí; supone una fuente vital de alimento, empleo, recursos… para los humanos; nuestros mares son los grandes regu­ladores de nuestro clima, redistribuyen la temperatura a lo largo del planeta y regulan los efectos del cambio climático -absorbiendo hasta 4 veces más CO2 que el propio Ama­zonas cada año (cerca del 25 % de los gases de efecto invernadero)-… El agua cubre aproximadamente el 75% de la “superficie” del globo terráqueo. Más que «planeta tierra» podría llamarse «planeta agua» o «planeta océano».

Un mar que conocemos bien es el Mediterráneo, y lamentablemente es uno de los más contaminados: el 95 % de sus residuos son plásticos. Porque el mar es la extensión más inmensa de vida del planeta, y por su cercanía a nosotros, ACUNSA se ha unido al proyecto de Gravity Wave “Plastic Free Oceans” y ha extraído 300 kilogramos de plásti­co del mar Mediterráneo.

Gravity Wave es una start up cuyo objetivo es limpiar los mares y puertos de plástico para, posteriormente, reciclar y transformar el 100 % del residuo recogido en productos personalizados para entidades, empresas o particulares. Una iniciativa basada en la Sostenibilidad y la Economía Circular.

Para ello, colaboran con Enaleia, una ONG que cuenta con una red de pesca­dores tradicionales en el Mediterráneo que pescan el plástico del fondo del mar y que recibe una compensación por cada kilo que se recoge. En la actualidad, trabajan en 75 puer­tos del Mediterráneo y con más de 3.000 pescadores de distintos países: España, Grecia, Italia o Egipto. El plástico es enviado a Valencia don­de se convierte en muebles sosteni­bles, maceteros, trofeos, soportes para móviles, letras decorativas…

Sello Gravity Wave recogida 300 kg por ACUNSA

Microplásticos y la salud del mar

Existe la creencia de que los árboles y los bosques son los principales pro­ductores de oxígeno del mundo. No es así. El fitoplancton produce cada año entre el 50 y el 85 % del oxígeno que se libera a la atmósfera, es decir, la mayor parte del oxígeno que respi­ramos proviene de los mares y océa­nos: son los pulmones del planeta.

Pese a ello, 8 millones de toneladas de plástico acaban cada año en sus aguas. Si mantenemos el mismo nivel de consumo y utiliza­ción del plástico, se estima que en 2050 habrá más plásticos que peces en los océanos. Junto a envases, bote­llas, bolsas… se encuentran redes de pesca abandonadas, que representan la mayor cantidad de contaminación plástica existente.

Además de ahogar al mar, estos plásti­cos se van degradando lentamente des­prendiendo pequeñas partículas que son ingeridas por peces y otras especies marinas, al confundirlas con plancton u otros organismos acuáticos.

Hay evidencias científicas de que los microplásticos (fragmentos menores de cinco milímetros), e incluso partículas más pequeñas, llamadas nanoplásticos (de un tamaño inferior a un micróme­tro), pueden moverse desde el estóma­go de un pez hasta su tejido muscular, que luego ingerimos los humanos.

Se estima que consumimos a la sema­na 5 gramos de plástico (el equi­valente a una tarjeta de crédito), y aunque aún existen pocos estudios que confirmen el riesgo de los microplásticos en nuestra salud, sí se han realizado pequeñas pruebas en labo­ratorio o investigaciones con peque­ños grupos de personas identificando su presencia en diferentes partes del organismo (heces, placenta de bebés no nacidos, sangre, e incluso muestras de pulmón). Un reciente estudio del CSIC (febrero 2022) ha demostrado que “la ingesta de microplástico alte­ra la microbiota intestinal”. Según los expertos, la “entrada de plástico” en los seres vivos se produce mediante el aparato digestivo, pero también por vía respiratoria.

La sostenibilidad nos afecta a todos: des­de el agua que bebemos, el aire que res­piramos y los alimentos que comemos. La contaminación ambiental impacta en nuestro planeta y por ende en nues­tra salud. Acciones como la recogida de plástico son un primer paso. Cuidar de nuestros mares y océanos significa contribuir a la protección de nuestro planeta y de nosotros mismos.