La sordera discapacitante alcanza al 6,18% de la población mundial, es decir, 466 millones de personas, según afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS). De éstos, el 1,4% (34 millones) son niños que en el 60 % de los casos tienen una pérdida de audición por causas prevenibles.
La OMS prevé que 900 millones de personas padecerán sordera en 2050, es decir, una de cada 10 personas. E incide en que el diagnóstico temprano será muy relevante, así como otros avances en la materia: “La situación de las personas con pérdida de audición mejora gracias a la detección temprana, a la utilización de audífonos, de implantes cocleares y de otros dispositivos de ayuda, así como con el empleo de subtítulos, el aprendizaje del lenguaje de signos, y otras medidas de apoyo educativo y social”.
Clínica Universidad de Navarra, referente en implantes cocleares
Un implante coclear es un tratamiento para la pérdida de audición de grado severo profundo. Es un dispositivo electrónico que sustituye al oído externo, medio e interno.
Clínica Universidad de Navarra es un centro de referencia en la colocación de implantes cocleares, tanto en niños como en adultos. Cuenta con más de 25 años de experiencia, en los que ha realizado más de 1.400 implantes auditivos en pacientes desde los 5 meses hasta los 86 años. Más del 90% de los niños de 0 a 3 años han logrado más del 90% de capacidad auditiva.
Dispone de la tecnología médica más avanzada para el diagnóstico de las deficiencias auditivas e investiga sobre la coclea y el implante coclear. Actualmente, lidera un estudio internacional para identificar los genes implicados en las deficiencias auditivas en recién nacidos.
Congreso Iberoamericano sobre Implantes Cocleares
Clínica Universidad de Navarra es uno de los centros organizadores y participantes en el VIII Congreso Iberoamericano de Implantes Cocleares y Ciencias Afines (GICCA junio 2019) que se celebró en Pamplona (Navarra), siendo la primera vez que se celebra en Europa.
El encuentro congregó a 200 ponentes –de distintos campos vinculados con la pérdida de audición, como otorrinolaringólogos, logopedas, audiólogos e ingenieros- y casi 1.000 profesionales sanitarios, miembros de asociaciones y pacientes de 30 países del mundo.
Entre los asistentes más destacados, se encuentran Jim Patrick (Australia) y Erwin Hochmair (Austria), ingenieros participantes en el desarrollo de los dos primeros sistemas de implantes cocleares: Nucleus de The Cochlear y el implante de Medel, respectivamente, y considerados los ‘padres’ de los implantes cocleares.
Los ponentes subrayaron la ampliación de las indicaciones del implante coclear a un número mayor de pacientes, al posibilitar su utilización en personas con un oído de audición normal. Además, “se ha pasado de pensar que eran únicamente para personas con sordera bilateral y, hoy en día, hemos comprobado que puede mejorar también a personas con un solo oído sordo, a personas con restos de audición en un oído e, incluso, como tratamiento de los acúfenos. El progreso ha sido muy importante”, aseveran los organizadores.
Asimismo, la utilización de implantes cocleares también se extiende a pacientes mayores de 65 años con hipoacusia, ya que pueden llegar a recuperar la audición y evita las consecuencias asociadas a la pérdida de audición, como el aislamiento social o la pérdida de memoria inmediata. “En la medida que se restablece la audición en personas mayores, se reducen las tasas de incidencia de enfermedades cognitivas que cursan con demencia”, señalan.
Por otro lado, abordaron el desarrollo actual de “técnicas de cirugía mínimamente invasiva que permiten llegar hasta la cóclea sin apenas trauma, de manera que no resulta afectada durante la intervención. Una cuestión muy relevante de cara a posibles nuevos tratamientos auditivos que pueda precisar el paciente en un futuro”.
Nuevas técnicas regenerativas
En cuanto a las técnicas más incipientes, el Dr. Manuel Manrique, Director de Otorrinolaringología de la Clínica Universidad de Navarra y presidente del GICCA 2019, señaló la colocación de implantes cocleares con liberación de fármacos, capaces de minimizar el trauma que puede generarse al colocar el implante. “También permiten favorecer la situación neural (del nervio auditivo) que queremos estimular con el implante, mejorando su estado y por lo tanto siendo capaces de responder de una manera más normalizada a la llegada de un estímulo”. Incluso, el especialista auguró la posibilidad futura “de llegar a obtener una regeneración del nervio”.
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