Bloquear la proteína TNF (en inglés) llamada factor de necrosis tumoral, durante un tratamiento de inmunoterapia contra el cáncer, mejora la eficacia del tratamiento y reduce su toxicidad.
Lo ha demostrado un estudio en ratones, dirigido por Clínica Universidad de Navarra y el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) de la Universidad de Navarra.
Se trata de un estudio multicéntrico, que ha contado con la financiación de la Red Internacional de Inmuno-Oncología, la Asociación Española contra el Cáncer (AECC), entre otros.
Este novedoso hallazgo ha sido publicado por la revista Nature, la principal revista científica internacional.
¿Por qué es tan relevante bloquear la proteína TNF?
La investigación ha combinado dos medicamentos: el anti-PD-1 y anti-CTLA-4. “En este estudio hemos identificado que la función inmunorreguladora de TNF es prescindible y, en cierta medida, daña la actividad antitumoral de esta inmunoterapia dual”, afirman los científicos de Clínica Universidad de Navarra y CIMA.
Ambas proteínas ubicadas en los linfocitos T, un tipo de células inmunitarias, se encargan de evitar que los linfocitos destruyan otras células, como las cancerosas. Y de esta manera, actúan como frenos en el control del sistema inmunitario. Por lo tanto, al inhibir estas moléculas, se elimina su acción de freno y se estimula la acción de defensa del organismo.
“Hemos comprobado en ratones que el bloqueo profiláctico de TNF durante la inmunoterapia evita efectos adversos y mejora su respuesta al tratamiento. Esto nos permite ajustar mejor las dosis de la medicación y conseguir así una eficacia antitumoral más robusta”.
Los investigadores aseguran que esta nueva línea es de gran utilidad ya que “supone utilizar en el contexto de prevención lo que ya utilizamos en la práctica habitual como tratamiento de los efectos adversos autoinmunes rebeldes”.
Pese a la esperanzadora noticia, se muestran prudentes y destacan la necesidad de seguir investigando: “Si los datos en los pacientes resultan análogos, se cambiará un importante paradigma en el abordaje terapéutico del cáncer. No obstante, a pesar de lo prometedor de estos resultados, hay que mantener mucha cautela sobre su interpretación, ya que se trata de observaciones en modelos animales que no sabremos con certeza si se reproducirán en los enfermos incluidos en los ensayos clínicos en curso o en los que van a iniciarse próximamente«, advierten.
Aplicación profiláctica
“Esta inmunoterapia dual ha demostrado de forma patente su eficacia en pacientes que presentan metástasis en melanoma o cáncer renal. Actualmente, se está ensayando con resultados muy prometedores frente a otros tipos de cáncer. No obstante, el tratamiento debe ser interrumpido en más de un tercio de los casos por efectos adversos autoinmunes y de ahí que sea tan importante prevenir estos efectos secundarios en la manera que aporta nuestro estudio”, reconocen los investigadores.
Impulsar la destrucción de algunas células tumorales, mediar la inflamación y activar los glóbulos blancos (células del sistema inmune) son las utilidades del factor de necrosis tumoral (TNF). “Pese a que el bloqueo de esta proteína no es nuevo en inmunoterapia, sí lo es su aplicación profiláctica en esta terapia anti PD-1 y anti CTLA-4”, señalan desde Clínica.
“La evidencia en pacientes es escasa, pero apunta a una excelente seguridad de la inhibición de TNF en pacientes con cáncer avanzado. Nuestros resultados en el laboratorio, junto con la experiencia clínica previa, sugieren la realización de ensayos clínicos para comprobar la seguridad y eficacia del tratamiento”. De hecho, señalan que “estamos evaluando un posible protocolo de ensayo clínico para estudiar el efecto del bloqueo profiláctico de TNF en el tratamiento con nivolumab (anti-PD-1) y ipilimumab (anti-CTLA-4) en humanos”.
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