Más de 350 millones de personas en el mundo, el 5 % de la población mundial, padecen asma. Es, además, una enfermedad altamente prevalente en España: más de 3 millones de personas la sufren, de los cuáles, el 10 % son niños de entre 6 y 7 años, y el 9 %, adolescentes de 13 y 14 años.

El asma es una enfermedad respiratoria que se caracteriza por la inflamación (hinchazón) de las vías aéreas, o bronquios, y que causa episodios recurrentes de sensación de falta de aire (disnea), pitos en el pecho con la respiración (sibilancias), tos y sensación de presión en el pecho.

El asma bronquial se caracteriza por una obstrucción reversible y ocasional de la vía aérea que “si no se trata adecuadamente, puede llevar a una obstrucción permanente”, indican desde Clínica Universidad de Navarra.

¿Quién puede padecer asma?

El asma puede aparecer a cualquier edad, aunque es más común en la infancia, edad en la que suele estar asociado a un componente alérgico especialmente provocado por la inhalación de sustancias como el polen, lana, ácaros de polvo, contaminación atmosférica, o la caspa de determinados animales como los gatos.

“Los antecedentes de asma y tabaquismo en los padres también pueden ser desencadenantes”, señalan.

En los adultos, “se asocia con sinusitis, pólipos nasales y sensibilidad a la aspirina o anti-inflamatorios relacionados con la aspirina. También es habitual la inflamación bronquial, con la consiguiente hiperreactividad, en relación con ciertas exposiciones ocupacionales (polvo de madera, metales, compuestos orgánicos, resinas plásticas, etc.), e incluso estímulos no inmunológicos como el estrés”, afirman los especialistas de Clínica.

¿Qué síntomas produce el asma?

El asma suele aparecer de forma episódica y a cualquier hora del día, aunque es común que aparezcan por la noche y durante las primeras horas de la mañana.

  • Dificultad respiratoria y sensación de ahogo (disnea).
  • Pitidos en el pecho (sibilancias).
  • Tos.
  • Sensación de opresión en el pecho.

¿Cómo se diagnostica?

Clínica Universidad de Navarra dispone de un equipo multidisciplinar de profesionales para el diagnóstico y tratamiento del asma bronquial, formado por neumólogos, alergólogos y, en ocasiones, otorrinolaringólogos y gastroenterólogos.

En función de la historia clínica y exploración del paciente, los especialistas valoran realizar otras pruebas diagnósticas:

  • Prueba de provocación con metacolina.
  • Espirometría con prueba de broncodilatación.
  • Prueba de provocación con ejercicio con inhalación de aire frío.
  • Pruebas radiológicas (generalmente radiografías) del tórax y de los senos paranasales.
  • Exploración otorrinolaringológica.
  • pH-metría esofágica, un análisis que mide el nivel de ácido del estómago.
  • Pruebas de alergia.

Tratamiento del asma

El tratamiento de la inflamación de la mucosa bronquial es la parte más importante del tratamiento del asma.

  • Existen diversos medicamentos que tienen efecto antiinflamatorio en la mucosa bronquial, pero los más potentes y eficaces son los corticoides inhalados (cortisona).
  • Para el tratamiento inmediato, se utilizan broncodilatadores que normalmente se administran por vía inhalatoria. Existen dos tipos, según la duración de su acción: los broncodilatadores de acción prolongada, que se toman por la mañana y por la noche todos los días, se tengan o no síntomas; y los de acción corta que suelen reservarse para tomar en caso de necesidad (sensación de ahogo, tos, etc.).
  • Los pacientes en los que el asma tiene un componente alérgico, el tratamiento con antihistamínicos puede ser beneficioso.

¿Existen patologías asociadas?

En ocasiones, el asma bronquial se asocia frecuentemente a otras patologías que pueden influir en su evolución. Así lo detallan los especialistas de Clínica Universidad de Navarra:

  • Asma asociado al ejercicio, que se manifiesta fundamentalmente por síntomas como tos, falta de aire, presencia de pitidos y opresión al realizar ejercicio.
  • Reflujo gastroesofágico, el paso de fluido ácido del estómago al esófago y en ocasiones a la vía aérea. Puede ser una causa habitual por la que los pacientes con asma no mejoran. Además, quien lo padece no siempre nota la acidez y por ello se requieren pruebas específicas para su diagnóstico.
  • Patología nasal. Consiste en la inflamación crónica de la mucosa nasal (rinitis) o de los senos paranasales (sinusitis crónica) que puede producirse por infecciones o alergias.