Practicar deporte de forma habitual es beneficioso para nuestra salud. No obstante, también tiene una parte negativa ya que el ejercicio físico conlleva un aumento de lesiones, especialmente en la rodilla. “Algunas muy frecuentes son la rotura del ligamento cruzado anterior y la lesión de menisco, afecciones asociadas en el 75% de los casos. Es decir, lo más frecuente es que si una persona se lesiona esta zona, presente ambas dolencias a la vez”, indican los especialistas de Clínica Universidad de Navarra.
El menisco
El menisco es una estructura cartilaginosa que se encuentra dentro de la articulación de la rodilla, situada entre la tibia y el fémur.
Se trata de una lesión en el menisco cuando además de la inflamación en la rodilla, produce dolor y chasquidos en la articulación al realizar ciertos movimientos.
“Es fundamental saber que el menisco se puede romper por dos motivos: por un mal movimiento, típico de personas deportistas, o por la degeneración asociada a la edad”, explican.
Rotura de menisco, ¿sutura o meniscectomia?
Ante la rotura de menisco, puede abordarse mediante la sutura meniscal o la meniscectomia.
Los especialistas de Clínica Universidad de Navarra apuestan, si es posible, “por realizar una sutura meniscal, una técnica menos invasiva que conserva y repara el menisco. Se ha demostrado que las cirugías conservadoras reducen, e incluso pueden evitar, la aparición de artrosis precoz, aunque conllevan un proceso de rehabilitación más largo, en torno a las ocho semanas”, destacan. No obstante, para las personas que realizan deporte, el tratamiento que ofrece una vuelta al ejercicio físico más rápida y al nivel deportivo previo a la lesión es la extirpación parcial del menisco (meniscectomia), que permite retomar la práctica deportiva entre cuatro y seis semanas después de la intervención.
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