Cada vez es más frecuente oír hablar de productos ecológicos y veganos, así como de sus propiedades. Uno de esos alimentos que se han ido incorporando a nuestra dieta diaria es la soja, aunque es un producto que se ha consumido desde siempre.
La soja pertenece a la familia de las legumbres, como lentejas, garbanzos o alubias, y su cultivo como semilla oleaginosa es uno de los más distribuidos del mundo.
Soja, una proteína vegetal con destacadas propiedades
La soja aporta una cantidad de proteínas importante e incluso la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) la considera de mayor calidad que la de otros alimentos vegetales, al ser similar a la proteína animal. «Es una importante fuente de aceite y proteínas que puede utilizarse para mejorar el valor nutricional de los alimentos tradicionales», señala este organismo.
Los especialistas de Clínica Universidad de Navarra destacan de la soja que:
- Disminuye los niveles de LDL-colesterol o colesterol malo, al tener un destacado efecto reductor de estos niveles en torno a un 4-6 %.
- Su contenido graso está conformado por ácidos grasos poliinsaturados, relacionados con la protección frente a enfermedades cardiovasculares.
- Contiene calcio y hierro, y su absorción por el organismo es similar a la del calcio de la leche de vaca, según los últimos estudios analizados. “No obstante, nosotros siempre recomendamos la leche de vaca y, en caso de intolerancia a la lactosa, es mejor tomar leche sin lactosa antes que bebidas de soja”, indican los especialistas de Clínica quienes destacan que la práctica totalidad de estas bebidas contienen fructosa añadida, un azúcar simple que, consumido en exceso, se relaciona con a un aumento de triglicéridos en sangre.
- Es un complemento perfecto a nuestra dieta frente al exceso de carne que tomamos. “Pero nunca ha de tomarse como sustituta a la carne porque todos los alimentos son necesarios y tienen funciones beneficiosas”, explican los especialistas de Clínica Universidad de Navarra que recomiendan tomarla dentro de nuestra dieta mediterránea habitual, como un vegetal.
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