España sigue liderando el ranking de países con mayor esperanza de vida, junto a Japón. Se estima que, en 2040, la esperanza de vida será de 83 años en hombres y 86 años en mujeres, según un estudio elaborado por el Instituto de Medición y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington (IMHE) y publicado por la revista The Lancet.
Si cada vez vivimos más, ¿cómo podemos preservar la salud?
Alargar años a la vida
Cumplir años es un motivo más para cuidar nuestra salud ya que el envejecimiento no saludable es un factor de riesgo de muchas enfermedades “que en su conjunto se engloban bajo el nombre de enfermedades no transmisibles (NCD), tal y como las define la Organización Mundial de la Salud”.
Los especialistas de Clínica Universidad de Navarra subrayan que “es más fácil conservar la salud que recuperarla” y que “no se trata de añadir años a la vida, sino vida a los años”.
Es importante conseguir que ese envejecimiento sea de forma saludable, para mantener un estado de salud óptimo. “Cada uno envejece de acuerdo a como se trata a sí mismo. Hay ancianos de 60 años y jóvenes de 80, y eso está muy estrechamente relacionado con las decisiones que ha ido tomando”, destacan.
Factores que restan salud
Desde hace unos años, la Organización Mundial de la Salud advierte que en España aproximadamente el 90% de la carga de enfermedad está directamente relacionado con las NCD.
La edad cronológica es un factor de riesgo no modificable y no siempre se adecua a la edad biológica, que “depende también de la obesidad, la hipertensión o el colesterol, elementos sobre los que sí sabemos intervenir”.
Por otro lado, el tabaco, alimentos grasos o procesados, el alcohol, el estrés o una mala calidad del sueño son aspectos que empeoran la salud, y predisponen a desarrollar enfermedades como las cardiovasculares y el cáncer. Otro ejemplo es el sedentarismo que afecta a un 26.8% de la población en España.
Consejos para mejorar la salud
Los especialistas de Clínica Universidad de Navarra destacan tres recomendaciones para mejorar nuestra salud. “Se trata de seguir una vida equilibrada en la que se cuide la calidad de vida a corto plazo, pero sin perder de vista que para vivir más y mejor hay que cuidarse”.
- Alimentación saludable.
- Actividad física razonable.
- Gestión adecuada del estrés.
Desde Clínica recomiendan una estrategia global que combine: comer solo de acuerdo al hambre que tenga cada persona, seleccionar adecuadamente los alimentos, y hacer algo más de ejercicio. “Es verdad que cuando uno empieza a hacer una dieta o a restringir ciertos alimentos, se siente de alguna manera castigado. Que en cada cambio se vean beneficios modestos, pero sean sostenibles y se vean mayores resultados con el tiempo”, concluyen.
No se trata de privarse de un dulce, un pincho o una comida más copiosa, sino de encontrar el equilibrio que lo compense. “Hay que saber disfrutar de las alegrías de la vida, que además son mucho más intensas si son esporádicas. Los excesos no pueden ser la norma de vida. Si lo son, habitualmente lo que se está haciendo es gestionar el estrés con transgresiones alimentarias. En ese caso, hay que analizar la causa y resolverla de otro modo, que sea saludable”.
Unas recomendaciones generales que es fundamental adaptar a la situación de cada uno. “La obesidad, la hipertensión o la diabetes, por ejemplo, requieren de una atención más especial como evitar alimentos con mucha sal o con azúcar de absorción rápida”, destacan. Esto permite diseñar pautas personalizadas y adaptadas a la realidad de cada persona.
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