Especialistas de Clínica Universidad de Navarra utilizan una técnica pionera en España que consigue preservar los ganglios axilares en los tumores de mama más agresivos. Con el protocolo, evitan la disección axilar después del tratamiento de cáncer de mama con quimioterapia.

Tras el tratamiento neoadyuvante, por el que se aplica quimioterapia previa a la cirugía, el equipo de Clínica Universidad de Navarra investiga los ganglios axilares para evitar una disección axilar cuando no sea necesario, es decir, en los casos que no se observa presencia tumoral.

El objetivo es evitar la extirpación total de los ganglios axilares de la mama afectada si no es imprescindible. “Hace unos años, cuando hacíamos la cirugía a la paciente siempre se le extirpaban los ganglios debajo del brazo”, indican desde el centro.

¿Cómo es el protocolo de Clínica Universidad de Navarra?

Los especialistas de Clínica Universidad de Navarra analizan al menos tres ganglios axilares. Se han de estudiar tres ganglios para que el procedimiento sea seguro.

 “Para que la tasa de falsos negativos sea menor del 5% hay que cumplir los requisitos de quitar el ganglio con el clip y, al menos, dos ganglios centinela adicionales. Si no, la tasa de falsos negativos es superior al 10%, lo que significa que puedes dejar enfermedad residual en la axila”.

Si en el análisis previo a la quimioterapia se observa que los ganglios axilares son positivos, se coloca un clip en el primer ganglio.

Una vez administrada la quimioterapia, durante la cirugía se procede a la extirpación de este ganglio marcado y otros dos ganglios centinela -primeros ganglios linfáticos hacia los que drena el tumor y, por lo tanto, los primeros que se verían afectados- para comprobar su afectación mediante una biopsia. Si esta prueba da negativa, se evitará una disección axilar. Lo que repercutirá en la calidad de vida del paciente.

Hasta ahora, el protocolo se ha mostrado especialmente eficaz en dos subtipos de cáncer muy agresivos: los Her2 positivos y los triples negativos.

En ambos casos se hace necesario un tratamiento neoadyuvante, en el que primero se administra quimioterapia, para reducir el tamaño del tumor, y posteriormente se lleva a cabo la intervención quirúrgica.

Disección axilar en cáncer de mama

La disección axilar es un procedimiento habitual en pacientes con cáncer de mama. No obstante, puede provocar una serie de efectos secundarios como la pérdida de movilidad del brazo, aumento de riesgo de linfedema -hinchazón de la extirpación de los ganglios linfáticos debido al tratamiento oncológico- o la aparición de parestesias -sensación de hormigueo o adormecimiento-.

Los avances en las terapias dirigidas y los tratamientos sistémicos de quimioterapia han conseguido que entre el 60-70% de pacientes haya desaparecido el tumor en los ganglios axilares.

Ello motivó a los especialistas de Clínica a encontrar un procedimiento menos agresivo: “Si los ganglios extirpados mostraban resultados negativos, porque la quimioterapia había hecho efecto, no tenía mucho sentido extirparlos todos si no tenían tumor”.

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