¡Llegó el día! Tras semanas de espera, los casi 50 equipos inscritos pudieron saltar al asfalto del Circuito de Navarra para participar en la Acunsa Gran Fondo que se celebró el pasado fin de semana. Los ciclistas se enfrentaron a pruebas de seis, doce y veinticuatro horas, sufriendo calor durante el día y frío al caer la noche en un evento solidario en favor de Niños contra el Cáncer.
Desde las 8 de la mañana ya había actividad en el circuito, con corredores que buscaban su dorsal y una bolsa con diversos productos: barritas energéticas y otros productos alimenticios, geles para ir en bicicleta, un bidón para la bebida, una funda para el móvil y una bolsa portaherramientas. A partir de las 10 de la mañana también estaban disponibles las actividades para los pequeños, que incluían castillos hinchables e incluso experiencias en realidad virtual.
Acunsa Gran Fondo: un arranque intenso
Pero no fue hasta las 12.30 del mediodía cuando las bicis comenzaron a rodar. Los participantes empezaron con ganas. De hecho, en el tercer giro se marcó la vuelta rápida, con un tiempo de 5:42.633. Esto ocurrió dentro de la categoría de seis horas, la más rápida de todas.
Cuando a las 20.45 empezó a caer la luz, con una puesta de sol espectacular, ya solo quedaban sobre la pista los participantes de 12 y 24 horas. A las 16.30 había acabado la marcha cicloturista de 100 km, mientras que a las 18.30 lo había hecho las 6 horas.
Tras el calor del día, el frío de la noche
Si durante el día el calor había sido un obstáculo, con la noche los participantes tuvieron que hacer frente al frío y al viento. Pasada medianoche, a las 0.30, acabó la prueba de 12 horas. En pista siguieron quedaron los participantes de 24 horas, algunos de los cuales en la categoría de solo, como el ultrafondista tudelano Riki Abad.
La categoría reina acabó con un final espectacularmente apretado que, en la categoría dúo, se decidió en el último sprint. Eran ya las 12.30 del domingo. Los ganadores, un equipo de cuatro personas, lograron dar 223 vueltas al circuito, acumulando más de 850 kilómetros.
Fraternidad y solidaridad tras la carrera
Desde la organización cuidaron tanto de participantes como acompañantes. Además de premiarse a los mejores competidores -todos los participantes que lograron terminar recibieron medallas y maillots de finishers-, también se reconocieron los valores deportivos mostrados en la pista.
Tras la carrera, se realizó una comida de hermandad en la que volvió a estar presente el espíritu solidario de la Acunsa Gran Fondo, ya que muchos de los participantes realizaron donaciones para Niños contra el Cáncer que se sumaban a lo recaudado por la organización de la prueba.
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