Los tumores hepáticos primarios (cáncer de hígado) suponen la segunda causa de muerte por cáncer en el mundo. El hepatocarcinoma es el más frecuente con una estimación de 800.000 nuevos casos cada año. España es un área de incidencia media con 5-10 casos por cada 100.000 habitantes y año. Este tumor aparece fundamentalmente en pacientes que padecen cirrosis debida a infecciones virales crónicas (por los virus de la hepatitis B y C) o al consumo excesivo y continuado de bebidas alcohólicas.

Hasta la fecha, indica el Dr. Sangro, “solo se dispone de un fármaco, sorafenib, que haya conseguido demostrar la prolongación de la supervivencia de los pacientes con este tumor”, pacientes que no son candidatos a tratamientos como la cirugía o las terapias intraarteriales. Recientemente, otro fármaco llamado regorafenib ha demostrado ser eficaz cuando la enfermedad progresa, en un grupo seleccionado de pacientes.

Los tumores, un fallo en el sistema inmune

La aparición de un tumor maligno supone de alguna manera el fracaso del sistema inmunológico de defensa del organismo. Según afirma el Dr. Melero, esta circunstancia se debe, en parte, “a que las células del tumor y su microambiente generan señales que apagan la actividad del sistema inmune».

Son los llamados ‘checkpoint inmunológicos’. Se trata de moléculas que producen este tipo de señales negativas. “Los inhibidores de estas moléculas ‘checkpoint’ han revolucionado el tratamiento del cáncer por ser activos frente a una gran variedad de tumores”, apunta el especialista.

Un fármaco contra el cáncer eficaz y seguro

La Unidad de Hepatología y el Departamento de Inmunología e Inmunoterapia de la Clínica Universidad de Navarra lideraron hace unos años el primer ensayo de inmunoterapia utilizando estos inhibidores de “checkpoints”.

Los resultados fueron alentadores. Basándose en dichas conclusiones, han liderado ahora un estudio internacional en el que se ha probado por vez primera en esta enfermedad el fármaco nivolumab. En el marco de este ensayo clínico, se ha tratado a una población de más de 200 pacientes con hepatocarcinoma avanzado, la mayoría de los cuales presentaban metástasis fuera del hígado y la enfermedad había progresado a pesar de tratamientos anteriores.

Un 15% de los pacientes experimentó una reducción importante de la carga tumoral (lo que se denomina una remisión objetiva), “incluidos algunos pacientes en los que la enfermedad desapareció por completo”, subraya. En estos pacientes respondedores, el efecto fue prolongado, “de forma que en la mitad de ellos, la duración de la respuesta tumoral superó los 17 meses”. Además, la carga tumoral permaneció sin cambios durante periodos igualmente prolongados en la mitad de los pacientes.