El síndrome de la apnea-hipopnea del sueño y otros trastornos del sueño en niños pueden generar problemas de crecimiento y de aprendizaje
Especialistas de distintas comunidades del norte de España se reunieron el pasado 20 de mayo en la “I Jornada del SAHS infantil” organizada por la Clínica Universidad de Navarra en colaboración con la Asociación Navarra de Pediatría (ANPE), para tratar uno de los trastornos del sueño en niños. En general, entre un 25 y 45% de los menores sufren problemas de sueño transitorios.
En esta reunión científica, neumopediatras, otorrinolaringólogos, pediatras de Atención Primaria y neurofisiólogos han debatieron sobre nuevos tratamientos y técnicas para solucionar el síndrome de la apnea-hipopnea del sueño (SAHS) en niños, un trastorno respiratorio con interrupciones repetidas de la respiración que produce alteraciones en el desarrollo normal del sueño. Afecta a personas de todas las edades y produce hipersomnolencia diurna, bajo rendimiento, trastorno de conducta y aprendizaje, alteraciones del crecimiento y enfermedad cardiovascular, entre otras.
Sin embargo, estas complicaciones pueden evitarse con un diagnóstico y tratamiento adecuados. Por eso, los especialistas se han centrado en la necesidad de una correcta evaluación para evitar consecuencias en el desarrollo de los niños afectados por esta enfermedad. “Es necesario mantener actualizados los conocimientos de una patología prevalente para poder contribuir a la formación continua, ya que la sufren entre un 2 y un 5% de los niños”, indica el Dr. Alzina, director del Departamento de Pediatría de la Clínica y coordinador de la jornada.
Trastornos del sueño: una enfermedad poco diagnosticada
Los trastornos del sueño son muy frecuentes en niños y adolescentes y pueden tener repercusiones en el desarrollo físico -retrasando el crecimiento-, problemas de aprendizaje, trastornos de ansiedad, hiperactividad, impulsividad y agresividad así como patologías asociadas, anomalías cardiovasculares o tensión arterial, entre otras. De ahí la importancia de la creación de una Unidad del Sueño específica para tratar de forma temprana estas alteraciones de forma global y multidisciplinar.
Dentro de los trastornos del sueño, el SAHS en niños está asociado frecuentemente al agrandamiento de amígdalas y vegetaciones. “También está muy relacionado con otras enfermedades, como la obesidad, Síndrome de Down, trastornos neuromusculares o encefalopatías”, asegura el Dr. Valentín Alzina.
“Las evidencias sobre las consecuencias clínicas del síndrome de la apnea-hipopnea durante el sueño pediátrico cada vez son más abrumadoras. Por eso la actitud expectante y conservadora frente a los trastornos respiratorios del sueño en la infancia no está justificada”, mantiene el especialista. “Su elevada prevalencia y sus consecuencias en la calidad de vida del niño y su entorno obligan a un diagnóstico y tratamiento temprano”, añade.
La importancia de un diagnóstico certero
Los estudios del sueño están destinados a conocer la estructura del sueño y la presencia de fenómenos anormales, como pueden ser apneas, movimientos anormales, sonambulismo, rechinar los dientes, terrores nocturnos e incluso crisis epilépticas que se producen durante la noche.
De ahí, que el diagnóstico sea una pieza clave a la hora de abordar un tratamiento óptimo. Para ello, además de los estudios mencionados que están acreditados por el Comité Español de Medicina del Sueño, los especialistas de la Unidad del Sueño de la Clínica llevan a cabo técnicas, tanto de conducta, técnicas quirúrgicas y farmacológicas, adaptadas a las características de cada paciente. “La labor conjunta de diversos especialistas como pediatras, neurólogos, neurofisiólogos, neumólogos o endocrinólogos es esencial para diseñar un tratamiento personalizado a cada paciente y lograr así los mejores resultados”, asegura el doctor.
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