El síndrome del túnel carpiano es una enfermedad que produce daño en el nervio mediano, situado en el túnel carpiano de la muñeca.

El dolor en muñeca y antebrazo, así como calambres y hormigueos en dedos, son síntomas muy característicos que alertan sobre esta patología que afecta al 3 % de la población en general, y que tiene especial incidencia en mujeres de entre 40 y 60 años, debido a la retención de líquidos en el embarazo o en la menopausia, y en personas que por su ocupación laboral realizan movimientos repetitivos de la muñeca y los dedos.

El túnel carpiano es un canal o corredor en la cara anterior o flexora de la muñeca, situado entre los huesos de la muñeca y el ligamento anular del carpo, donde pasan los tendones flexores de los dedos y este nervio mediano. El síndrome aparece cuando aumenta la presión dentro del túnel carpiano, por diversas causas, lo que lesiona el nervio y produce daño y dolor.
La inmovilización de la muñeca o la inyección de corticoides suelen ser los tratamientos adecuados en los casos leves, que pueden evolucionar favorablemente. En los casos más avanzados, la solución siempre es quirúrgica, ya que se ha de liberar el nervio que ha quedado atrapado en el túnel del carpo. Prácticamente todos los pacientes experimentan una mejoría muy satisfactoria con el tratamiento quirúrgico.

Síntomas del túnel carpiano

El Doctor Santiago Amillo Garayoa, Especialista del Departamento de Cirugía Ortopédica y Traumatología de la Clínica Universidad de Navarra destaca que: “Al inicio, la mayoría de los pacientes se quejan de dolor en la región de la muñeca y antebrazo, asociando sensación de acorchamiento, calambres y hormigueos en los dedos pulgar, índice, medio y parte del anular. Estos síntomas típicamente son nocturnos y/o posturales”. Si no se trata, aparecerá debilidad y atrofia de algunos músculos de la mano (sobre todo en la almohadilla que hay bajo el pulgar), y torpeza al manipular objetos.

Causas y diagnóstico

Por el túnel carpiano pasan muchos tendones y el nervio mediano dispone de un espacio muy justo en su zona central. Por ello, cualquier causa que disminuya aún más este espacio, aumenta la presión del interior y comprime el nervio.

“Son múltiples las causas que pueden originar esta compresión del nervio, aunque en muchas ocasiones no se identifica ninguna enfermedad asociada, habiendo además unos pocos casos familiares”, indica el Dr. Amillo Garayoa.

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Síndrome del túnel carpiano. Descarga infografía aquí.

Suele asociarse a enfermedades endocrinológicas (hipotiroidismo o acromegalia), a enfermedades reumáticas (artritis reumatoide), a enfermedades de depósito (amiloidosis, mucopolisacaridosis), a tumores (mieloma múltiple, hemangioma, lipoma), a tratamiento esteroideo o estrogénico, y a embarazo o lactancia materna.
También es una patología estrechamente vinculada a ocupaciones y actividades laborales que implican movimientos manuales repetitivos de mano y muñeca, posiciones repetitivas forzadas de la muñeca, o traumatismos locales (como el uso regular y continuado de herramientas de mano vibrátiles).

Tras las indicaciones del paciente, el especialista realiza una exploración de la sensibilidad y fuerza de la mano, así como de maniobras que desencadenen la sintomatología.
Habitualmente se solicita un estudio neurofisiológico, consistente en un electromiograma (EMG), y un estudio de conducción nerviosa (ECN) para confirmar el diagnóstico y valorar el grado de afectación del nervio mediano (leve, moderado o severo). El diagnóstico se completa con pruebas analíticas o de imagen si existe sospecha de enfermedades endocrinológicas, reumáticas, tratamiento con estrógenos, embarazo, o algunos tumores, entre otras.

Técnicas de prevención

Desde Clínica Universidad de Navarra aconsejan,

  • Tratar de evitar movimientos de flexión repetidos de las muñecas, esfuerzos repetidos con las manos.
  • Utilizar una férula palmar por la noche.
  • Evitar la retención de líquidos.
  • No dormir con las muñecas flexionadas.

Tratamiento en la Clínica Universidad de Navarra

Existen tres tipos de tratamiento, en función del grado de afectación del síndrome del túnel carpiano y de las posibles patologías del paciente que puedan incidir en el mismo.

Tratamiento de la causa
Hay que instaurar un tratamiento adecuado en aquellos casos en los que se identifique una enfermedad asociada.

Tratamiento conservador
Indicado para casos leves, con falta de atrofia de la eminencia tenar, o embarazo. Estos pacientes pueden responder a antiinflamatorios (esteroideos o no esteroideos) y reposo de la mano con férula dorsal nocturna en extensión, que abarque mano y antebrazo.
En casos crónicos también es útil la rehabilitación ocupacional. Si persisten los síntomas, puede realizarse una infiltración local de corticoides.

Tratamiento quirúrgico
La liberación quirúrgica del nervio está indicada en aquellos pacientes en los que persisten los síntomas, a pesar del tratamiento médico, y si el estudio neurofisiológico es muy patológico, si hay un déficit sensitivo o motor establecido, o si existen síntomas severos o progresivos de más de 12 meses de evolución. La cirugía puede ser tanto abierta (convencional) como endoscópica.

Cirugía endoscópica del túnel carpiano

Para los casos más graves o avanzados, la Clínica Universidad de Navarra dispone de la cirugía endoscópica del túnel carpiano. Se trata de una intervención de corta duración, que puede realizarse de forma ambulatoria o con una estancia de varias horas, y bajo anestesia local o regional.

Se practica una pequeña incisión en la muñeca, se disecan los tejidos hasta identificar el nervio mediano, y se libera totalmente dicho nervio a lo largo del túnel carpiano.

Tras la cirugía, se coloca un vendaje en la muñeca y la mano en alto con ayuda de un cabestrillo, para evitar que sangre y se inflame. Es importante mover mucho los dedos y no flexionar la muñeca.

Es una intervención que habitualmente no tiene complicaciones y el dolor desaparece en unos días tras la cirugía. El resto de síntomas mejoran en plazo breve, dependiendo de la gravedad de la lesión. Prácticamente todos los pacientes experimentan mejoría y es poco probable que la dolencia reaparezca.