La otitis es una inflamación del oído causada por una infección provocada por una bacteria o un virus, en general producida por una complicación de un resfriado o por alergias. Más en concreto, cuando la trompa de Eustaquio se obstruye, la cavidad del oído medio (situada justo detrás del tímpano) se inflama.
Existen tres grados en esta patología: “La otitis, como cualquier otro proceso dinámico, se puede clasificar de acuerdo con la secuencia temporal de la enfermedad en aguda (duración de los síntomas entre 0 y 3 semanas), subaguda (de 3 a 12 semanas) y crónica (más de 12 semanas)”, explican los expertos de Clínica Universidad de Navarra (CUN).
Aunque puede ocurrir en cualquier edad, los niños tienen más probabilidades de tener esta infección que los adultos. Se estima que dos de cada tres niños han presentado algún episodio antes del primer año de vida, y más del 90 % a los 5 años. “Es una de las enfermedades más frecuentes de la infancia y una de las causas de pérdida de audición en los niños”, explica la Dra. Reyes López de Mesa, especialista del Departamento de Pediatría de CUN.
¿Qué síntomas produce la otitis?
Existen unos signos muy característicos en la otitis de los adultos:
- Dolor de oído.
- Fiebre.
- Otorrea o secreción de líquido del oído.
- Vértigo.
- Pérdida de audición.
- Parálisis facial (muy excepcionalmente).
Además de dolor de oído, fiebre, secreción de líquido o dificultad para oír o responder a los sonidos, los niños también pueden presentar trastornos de sueño, mayor inquietud, e incluso pérdida de apetito: “Este dolor del oído se puede manifestar como insomnio, llanto al dormir o rechazo de las tomas, especialmente cuando toman el pecho o el biberón”, destaca la Dra. López de Mesa.
¿Cómo se trata la otitis?
Al tratarse de una infección, esta puede venir producida por virus o bacterias.
En este último caso, los especialistas recetan antibióticos durante 10 o 14 días. “Habitualmente, con el tratamiento antibiótico la sintomatología mejora significativamente en 48 horas. Sin embargo, si existe efusión en el oído medio ésta puede persistir durante varias semanas”, señalan desde CUN.
En ocasiones, a este medicamento se le añaden descongestionantes nasales y mucolíticos. Habitualmente, con esta pauta se supera el proceso en unos días.
Si la otitis es más frecuente en niños, ¿cómo podemos prevenirla?
La Dra. López de la Mesa destaca que “podemos incrementar la lactancia materna porque supone un aumento de las defensas y un menor número de episodios de reflujo. En el caso de lactancia artificial, dar el biberón al niño de manera más incorporada. Evitar el tabaco en el entorno del niño y, en el caso de otitis recurrentes, sería aconsejable evitar la guardería en la medida de lo posible o, al menos, que estas guarderías tuvieran un menor número de niños en sus aulas”.
Por otro lado, también aconseja “evitar la obstrucción nasal haciendo lavados con suero fisiológico muy frecuentes, cuando el niño tenga un proceso catarral, y valorar la posible obstrucción por adenoides por parte del otorrino cuando el niño tenga otitis recurrentes”.
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