La colonoscopia es una técnica que consiste en explorar el intestino grueso y la última parte del intestino delgado mediante una endoscopia flexible que se introduce a través del ano. Además de la visión directa, permite obtener muestras (biopsias) y realizar maniobras terapéuticas como la polipectomía (eliminación de pólipos). También, permite administrar ciertas sustancias para el tratamiento de focos de hemorragia, bandas elásticas para el tratamiento de hemorroides…

Esta prueba es imprescindible para el diagnóstico de una patología del colon e intestino, y también en lesiones relacionadas con el cáncer.

«Aconsejamos realizar colonoscopias de manera periódica en aquellos pacientes que presentan alguna lesión sospechosa o que tienen familiares que han padecido un cáncer de colon«, explica del Dr. José Carlos Súbtil Íñigo, especialistas del Departamento de Digestivo de Clínica Universidad de Navarra.

Colonoscopia, ¿cómo prepararse?

Para la correcta valoración del colon, y poder detectar el mayor número de lesiones si existieran, es necesario que esté lo más limpio posible. Por eso, el paciente ha de realizar una preparación específica antes de la prueba.

“Un colon mal preparado nunca podrá ser valorado adecuadamente, dando lugar a errores diagnósticos y la incomodidad que supone repetir la exploración”, indican los especialistas del Departamento Digestivo de Clínica Universidad de Navarra.

Estos expertos ofrecen las siguientes indicaciones para prepararse para la prueba:

Antes de la prueba

TRES DÍAS antes de la exploración ha de seguirse una dieta pobre en residuos:

Se puede tomar:

  • Arroz, pastas y caldos.
  • Carne y pescado a la plancha o hervido.
  • Quesos duros.
  • Galletas sin fibra y pan tostado.
  • Zumos filtrados.
  • Café, té e infusiones.
  • Bebidas sin gas.
  • Huevos duros o en tortilla (con poco aceite).

No se puede tomar:

  • Dieta sin fibra: ensaladas, verduras, legumbres, patatas, productos integrales…
  • Carnes y pescados en salsa.
  • Fruta.
  • Embutidos.
  • Leche, grasas y pasteles.
  • Bebidas con gas.

UN DÍA ANTES de la exploración

El día previo a la exploración, el paciente debe limpiar el colon mediante la ingesta de una solución evacuante.

Al finalizar la prueba, el paciente puede experimentar molestias abdominales y sensación de presión abdominal, con necesidad de evacuar el intestino. Estas molestias son banales y se resuelven en un periodo corto de tiempo.

Los especialistas recomiendan acudir al procedimiento acompañado, “ya que la medicación administrada puede alterar marcadamente los reflejos y la capacidad sensorial”. Se ha de evitar conducir coches y otro tipo de vehículos, “o tomar decisiones importantes”. “Nosotros le sugerimos que descanse tranquilo tras la exploración”, añaden desde Clínica.

Después, el paciente podrá realizar una vida completamente normal y deberá realizar una dieta suave el primer día, pudiendo comer con normalidad pasadas unas horas.

El médico evaluará las imágenes recogidas e indicará si es necesario realizar alguna prueba complementaria.

Otras recomendaciones

  • Si se toma Sintrom® u otro anticoagulante (Xarelto®, Pradaxa®…), consultar previamente al médico para retirarlo al menos 3 días antes y valorar su sustitución por una heparina de bajo peso molecular.
  • Si se toma medicación con efecto como Aspirina®, Adiro®, Iscover®, Disgren®, Tiklid®, Plavix®… consultar previamente con el médico para retirarlo al menos 7 días antes y valorar su sustitución por otra medicación si fuera necesario.
  • Si se toma AINES (ibuprofeno, naproxeno, Voltaren®, etc.), suspenderlo al menos 7 días antes de la exploración. En el caso de presentar algún tipo de molestia o fiebre, se puede tomar paracetamol (Termalgin®, Gelocatil®, Efferalgan®, etc.).
  • Es recomendable acudir a la prueba acompañado ya que después de la sedación no se podrá conducir.

¿Cuándo es recomendable realizar una colonoscopia?

  • Diagnóstico precoz del cáncer de colon.
  • Con sintomatología como: dolor abdominal, cambios en las deposiciones o pérdida de peso.
  • Cambios anormales (como pólipos) hallados en una sigmoidoscopia o en exámenes radiográficos (tomografía computarizada o enema opaco).
  • Anemia debido al bajo nivel de hierro (por lo regular cuando no se ha encontrado ninguna otra causa).
  • Sangre en las heces, o heces negras o alquitranosas.
  • Seguimiento de una afección detectada previamente, como pólipos o cáncer de colon.
  • Enfermedad intestinal inflamatoria (colitis ulcerativa y enfermedad de Crohn).
  • Antecedentes familiares de cáncer de colon.
  • Diverticulosis y diverticulitis.

Colonoscopia con cápsula endoscópica

La colonoscopia con cápsula es otro modo de realización de la prueba. Se trata de un método ambulatorio y no invasivo para explorar el colon.

“Consiste en la ingestión de una cápsula con dos minicámaras incorporadas que tomarán imágenes del intestino grueso. La cápsula endoscópica del colon explora el intestino grueso de forma mínimamente invasiva, sin que exista la necesidad de ingresar a los pacientes, ni sedarlos o anestesiarlos. Tampoco es necesario introducirles ningún tubo o aire ni someterlos a radiación”, explican los especialistas de Clínica Universidad de Navarra.

“La cápsula de colon es un método fiable para el diagnóstico de lesiones colónicas. Además, no resulta molesta y los riesgos para el paciente son mínimos», añade la Dra. Cristina Carretero Ribón, especialista del Departamento de Digestivo de este centro.

Es la prueba idónea que se realiza de manera rutinaria para el diagnóstico precoz del cáncer de colon. Además, el especialista puede indicarla cuando existan otros de los síntomas expuestos para la colonoscopia convencional.

Si la colonoscopia con cápsula detecta pólipos, puede ser necesario realizar una colonoscopia convencional para extirparlos. En este caso, el procedimiento de esta exploración endoscópica consiste en la ingestión de la cápsula por vía oral. A partir de entonces, el paciente puede continuar con su vida normal, mientras las imágenes que capta la cápsula a su paso por el intestino quedan grabadas en el receptor que deberá llevar incorporado durante ese día. Tras la expulsión de la cápsula, el paciente ha de llevar el receptor a los servicios médicos para que puedan descargarse las imágenes grabadas en un ordenador.