La enfermedad renal crónica es una afección que indica que los riñones están dañados.

En España, siete millones de personas la padecen y, a nivel mundial, se estima que son 850 millones. Unos datos que van incrementándose y, de seguir así, los expertos prevén que ya solo en España la enfermedad renal crónica se convertirá en la segunda causa de muerte en unos años.

“El envejecimiento de la población, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, la obesidad, la hipertensión arterial o el tabaquismo son factores de riesgo en la enfermedad renal crónica”, subrayan desde la Sociedad Española de Nefrología.

¿Qué es una insuficiencia renal aguda? | Síntomas de la insuficiencia renal aguda | ¿Qué causa la insuficiencia renal aguda? | ¿Qué examen detecta la insuficiencia renal aguda? | Tratamiento de la insuficiencia renal aguda

¿Qué es una insuficiencia renal aguda?

Cuando la enfermedad renal crónica empeora, produce la insuficiencia renal aguda.

“La insuficiencia renal aguda es la pérdida súbita de la capacidad de los riñones para eliminar el exceso de líquido y electrolitos, así como el material de desecho de la sangre”, explican desde el Departamento de Nefrología de Clínica Universidad de Navarra.

Es común en personas ya hospitalizadas, especialmente entre quienes requieren cuidados intensivos y, en ocasiones, es secundaria a una cirugía complicada, una infección generalizada, una lesión grave o cuando se interrumpe el flujo de sangre a los riñones.

Edad avanzada o patologías subyacentes, como infección crónica, diabetes, hipertensión arterial, trastornos inmunológicos, problemas renales y hepáticos de base, hipertrofia prostática y obstrucción vesical, son también factores de riesgo que pueden predisponer a la aparición de esta patología.

Síntomas de la insuficiencia renal aguda

Desde Clínica indican los signos más habituales de esta enfermedad:

  • Disminución de la cantidad de orina, provocando incluso la ausencia de orina o anuria y, con ello, falta de eliminación de los productos desecho a través de la orina.
  • Retención de líquidos, produciendo edemas o hinchazón en piernas, tobillos o pies.
  • Somnolencia, sobrecarga cardiorrespiratoria, fatiga, confusión e incluso coma en los casos graves y asociados a otras enfermedades.
  • Síndrome urémico: los pequeños vasos sanguíneos de los riñones se dañan e inflaman, y ello puede provocar la formación de coágulos en los vasos sanguíneos que pueden obstruir el sistema de filtración de los riñones y con ello, provocar la insuficiencia renal.

Todo ello puede provocar una gastritis con pérdida de apetito, trastornos en el ritmo intestinal, y anemia. En ocasiones, causa una cierta inmunodeficiencia que facilita la aparición de infecciones y existen cambios hormonales que pueden generar hipotiroidismo.

“Entre los sistemas más afectados se encuentra el neurológico con desarrollo de una neuropatía y sobre todo encefalopatía metabólica progresiva con deterioro de la capacidad cognitiva que en casos graves lleva al coma”, indican.

¿Qué causa la insuficiencia renal aguda?

La insuficiencia renal aguda aparece cuando fallan algunos o todos los mecanismos que intervienen en la filtración glomerular (filtrado de la sangre).

Esto puede producirse por varios motivos:

  • Al disminuir la presión de filtración por una reducción de la presión arterial o una hipovolemia – disminución del volumen total de sangre que circula por el cuerpo- importante.
  • Por una pérdida de unidades funcionales, como sucede en las glomerulonefritis o bien por la acción de tóxicos como algunos medicamentos.
  • Cuadro obstructivo que no permite la eliminación del filtrado, como por ejemplo en la obstrucción prostática.

¿Qué examen detecta la insuficiencia renal aguda?

La analítica de sangre y orina es el principal análisis que permite detectar esta patología.

En ella se identifica un incremento de los niveles de creatinina y urea, y electrolitos elevados como el potasio. También es sospechosa la reducción del volumen de la orina, que además puede mostrar cambios en el aspecto (orinas oscuras, concentradas o con presencia de sangre).

Suele ser necesario realizar una ecografía abdominal y, en algunas ocasiones, incluso una biopsia renal para determinar la causa de la insuficiencia renal aguda.

Es importante detectar la patología de forma temprana ya que “cuánto antes se resuelve, más probabilidades hay de recuperar la función renal”, subrayan desde Clínica Universidad de Navarra, quienes añaden además que “en ocasiones los signos y síntomas pueden pasar inadvertidos o atribuirse a una enfermedad subyacente. Por ello, es importante su detección porque la insuficiencia renal aguda suele ser una complicación de otras enfermedades graves”.

Tratamiento de la insuficiencia renal aguda

La terapia comienza por corregir la causa que ha ocasionado esa insuficiencia renal: una deshidratación o hipotensión, reponiendo volumen, o cuando existe una obstrucción, empleando una sonda o nefrostomía.

Una vez está bajo control, los especialistas trabajan en prevenir la acumulación de exceso de líquidos y desechos en sangre.

 “Aunque suele ser reversible, la severidad es variable y puede requerir tratamiento sustitutivo de la función renal durante un tiempo”, señalan. De esta forma, si la insuficiencia renal aguda causa la pérdida permanente de la función renal, los pacientes requieren de tratamiento renal sustitutivo: diálisis permanente o un trasplante de riñón para sobrevivir.