La combinación de dos inhibidores de moléculas ha demostrado una ralentización en el desarrollo del cáncer de páncreas”, así lo confirman investigadores de Clínica Universidad de Navarra y el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA).

Es la conclusión de un estudio preclínico iniciado por el Dr. Mariano Ponz-Sarvisé, oncólogo de Clínica Universidad de Navarra e investigador del Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA), durante su estancia como Clinical Fellow en Cold Spring Harbor Laboratory en Estados Unidos.

Este estudio se ha publicado en la revista científica Clinical Cancer Research.

El cáncer de páncreas

El cáncer de páncreas es uno de los tumores más agresivos del tracto digestivo.

La mayoría de los pacientes con cáncer de páncreas fallecen por esta enfermedad debido a que los tumores se diagnostican tarde, cuando ya no son curables”, explican los especialistas de Clínica Universidad de Navarra.

La posición del páncreas en el organismo, por detrás de estómago y colon, y en contacto con importantes estructuras abdominales como el duodeno, la vía biliar, las arterias y venas intestinales, la aorta, etc., permite al tumor invadir otros órganos y extenderse con rapidez.

De esta forma, cada año, se diagnostican 7.765 casos nuevos de cáncer de páncreas, y para 2030 se prevé un incremento de la incidencia de este tumor superior al 50 por ciento, según indica la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

El cáncer de páncreas es un tumor poco frecuente en España. No obstante, su incidencia y mortalidad -es la tercera causa de muerte por cáncer- ha aumentado en los últimos años.

 “La dificultad de un diagnóstico temprano y la falta de efectividad en los tratamientos actuales aumentan la importancia de la investigación”, señalan desde el centro.

Investigación de Clínica Universidad de Navarra y CIMA

Esta investigación continúa con la línea en cáncer de páncreas iniciada hace unos años con el uso de modelos de organoides -cultivo tridimensional de tejido- desde ambos centros de la Universidad de Navarra y dentro del Programa de Tumores Sólidos de CIMA.

“Lo más destacable es que utilizamos un modelo de organoides en el que somos capaces de estudiar tejido normal y tumoral para intentar buscar diferencias, así como la combinación de fármacos que sea más eficaz contra el tumor”, explica el Dr. Ponz-Sarvisé.

Hasta el momento, era conocida la implicación de las moléculas MEK y AKT en la activación de las células tumorales pancreáticas, pero los tratamientos no se habían mostrado efectivos debido a una tercera familia molecular implicada, denominada HER.

Además, inhibir las tres moléculas a la vez generaba una toxicidad elevada en fases preclínicas por lo que, en el estudio, los investigadores han analizado las distintas combinaciones en busca de una solución igual de efectiva pero menos tóxica.

“Queríamos ver si alguna combinación de MEK con HER o de AKT con HER era igual de eficaz que la triple combinación, pero sin producir esa alta toxicidad. Y lo que hemos visto es que la pareja que mejor funciona es MEK con el inhibidor de HER, aclara el especialista.

De esta forma, han comprobado que inhibir esas dos moléculas hace que el desarrollo del tumor sea más lento e, incluso, en alguno de los grupos, claramente disminuye.

La investigación todavía se encuentra en fase preclínica. No obstante, conseguir ralentizar la evolución del tumor favorecería que la supervivencia del paciente sea mayor y abriría las posibilidades de poder beneficiarse de nuevos tratamientos o ensayos clínicos que en ese tiempo se desarrollen.

Seis ensayos clínicos abiertos en cáncer de páncreas

Clínica Universidad de Navarra y CIMA tienen en estos momentos seis ensayos clínicos activos para estudiar nuevos procedimientos que puedan mejorar las opciones terapéuticas existentes en este tipo tumoral.

Está presente el tratamiento estándar, que es la quimioterapia, y se estudia su combinación con inmunoterapia y terapias dirigidas”, señala el Dr. Ponz-Sarvisé.

Dichos ensayos abiertos están dirigidos a diversos pacientes, en función de sus situaciones clínicas: pacientes metastásicos que inician quimioterapia, pacientes metastásicos que ya han recibido tratamiento, y pacientes que no son quirúrgicos, pero que tienen el tumor localizado.

El objetivo es estudiar qué combinación terapéutica obtiene buena respuesta y qué pacientes van a poder beneficiarse de ello.

Ahora mismo la respuesta a la inmunoterapia en tumores de páncreas está siendo discreta, salvo en un pequeño subgrupo. Pero, en general, por sí sola no está siendo eficaz y por eso hay que hacer combinaciones”, aclara.

Por su parte, en el ensayo dirigido a pacientes sin metástasis se está investigando el uso combinado de la quimioterapia con una técnica localizada de ondas electromagnéticas, una terapia específica que busca interrumpir la división celular e inhibir el crecimiento del tumor.

El objetivo es ver si podemos conseguir que esos tumores sean resecables y puedan ser candidatos a cirugía”, concluye.