Entre el 20-30% de la población adulta española tiene hipertensión arterial. En mayores de 60 años, esta cifra se eleva hasta un 50%.

La tensión arterial es la presión de la sangre que circula por las arterias. El corazón bombea la sangre hacia la aorta, desde donde se distribuye hacia otras arterias, que a su vez se dividen en sucesivas ramas arteriales y llegan a todos los órganos.

Cuando ésta es superior al valor normal, menor de 120/80 mm Hg, existe la llamada hipertensión arterial, es decir, la presión arterial alta.

La presión se mantiene por la elasticidad de la aorta y de las arterias principales, pero la elasticidad disminuye con el paso de los años, por lo que es tan frecuente encontrar cifras altas de presión arterial en personas mayores.

La tensión arterial tiene su propio ritmo. Generalmente, hay un pico de subida tensional por la mañana, al levantarse de la cama. El resto del día hay cambios dependiendo de la actividad física y psíquica. Durante el sueño lo normal es que baje la tensión arterial, al menos un 10% respecto a la tensión diurna. Cuando no baja durante el sueño es un signo de peor pronóstico.

Causas y tipos de hipertensión arterial

La hipertensión arterial no es una enfermedad hereditaria “típica”. Los antecedentes familiares pueden influir en su aparición, pero viene unida a otros factores ambientales.

La hipertensión arterial esencial (de causa desconocida) es el tipo de hipertensión más habitual, pero puede ser secundaria y provocada por otras enfermedades (hipertensión arterial secundaria).

Puede diagnosticarse al aparecer alguna de las consecuencias nocivas o complicaciones derivadas deproblemas de corazón, insuficiencia renal o lesiones cerebrales.

Síntomas de la hipertensión arterial

La mayoría de las personas que padecen hipertensión arterial pueden no tener síntomas y su descubrimiento sea casual por revisiones médicas, analíticas, cirugías…

En otras ocasiones, existen otros signos más significativos como:

  • Dolores de cabeza, frecuentes o intensos.
  • Hemorragias nasales espontáneas.
  • Sensación de inquietud y nerviosismo, etc.
  • Sensación de frialdad y angustia.
  • Palpitaciones y temblor.

Los especialistas de Clínica Universidad de Navarra señalan que el estudio de la hipertensión arterial va dirigido a determinar la causa, la presencia de otros factores de riesgo cardiovascular (hipercolesterolemia, hiperglucemia, etc.) y su repercusión en diferentes órganos.

Cuando se sospecha que hay una enfermedad causante de la hipertensión arterial es conveniente completar el estudio cardiológico con otros estudios orientados a encontrar dicha causa.

Se dispone también de otras pruebas que evalúan la repercusión que la hipertensión arterial produce en otros órganos como el corazón, riñón, cerebro, ojos.

Patologías asociadas a la hipertensión

Es una patología que ha de tratarse.

Las consecuencias de la hipertensión pueden ser muy variadas, ya que puede generar otros problemas de salud como enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal o problemas en los ojos, entre otros, y generar incluso complicaciones crónicas. Estas afecciones empeoran si además coexisten otros procesos médicos como hipercolesterolemia, diabetes, etc.

¿Cuál es el tratamiento para la hipertensión arterial?

Medidas higiénico dietéticas

Desde Clínica Universidad de Navarra indican que antes de iniciar el tratamiento farmacológico, han de priorizarse pautas dirigidas a reducir peso y controlar el colesterol:

  • Peso adecuado. La mejor medida es el índice de cintura/talla: para ello se divide el perímetro de cintura por la estatura en centímetros. Está por encima de lo recomendable cuando es superior a 0,50.
  • Dieta estricta sin sal durante dos semanas.
  • Mantener el colesterol a raya. El colesterol LDL no debe superar los 115 mg./dl. Si es superior ha de seguirse una dieta mediterránea: baja en grasas saturadas y con abundante fruta, vegetales, pescado y aceite de oliva.
  • Alcohol. No ingerir más de 30 g./día. de etanol (no sobrepasando los 300 ml. de vino, 720 ml. de cerveza ó 60 ml. de whisky). Generalmente se aconseja a los hombres que no beban más de dos vasos de vino al día y a las mujeres no más de uno.
  • Caminar 45 minutos a paso rápido y todos los días.

Tratamiento farmacológico

Los especialistas de Clínica destacan los diuréticos o los vasodilatadores como tratamiento de la hipertensión arterial, entre otro. Han de seguirse siempre bajo la prescripción y pauta médica.