El herpes es una infección producida por el denominado virus herpes simple (VHS). Los tipos 1 y 2 son los responsables de las infecciones más frecuentes como el herpes en la piel, herpes labial y herpes genital.

“Tienen la característica de que no son eliminados del organismo con facilidad una vez que la infección ha sido controlada”, indican los especialistas de Clínica Universidad de Navarra.

Es decir, se trata de un tipo de virus que permanece oculto o en estado de ‘adormecimiento’ hasta que encuentran una situación propicia para volver a desarrollar la infección.

Síntomas del herpes

El estrés o estados carenciales, la menstruación, o la inmunosupresión por enfermedades o fármacos son algunas causas que provocan la aparición del herpes.

Desde Clínica señalan además que el herpes produce los siguientes síntomas y evolución, según su localización:

Si el herpes es cutáneo, que aparece principalmente en labios, alrededor de la nariz o tórax, se manifiesta en forma de erupción que suele convertirse en costras. Puede presentar “fiebre, malestar general, cansancio y dolor neuropático”.

La evolución se produce de 5 a 7 días. Las costras pueden persistir hasta dos semanas.

El dolor neuropático puede persistir incluso después de que haya desaparecido la infección en la piel. Se debe a que pueden persistir virus en forma latente dentro de las células relacionadas con el sistema neurológico. “Este tipo de infección recurre con frecuencia sobre todo en situaciones de estrés o inmunosupresión provocada por otras enfermedades”, exponen los especialistas que añaden que “en personas con una disminución grave de las defensas, este virus puede provocar otras infecciones cutáneas más generalizadas y peligrosas”.

Si el herpes es genital, está producido por el herpes tipo 2. Produce infecciones genitales de transmisión sexual que suelen ir acompañadas por otros microorganismos.

Además, este virus es capaz de extenderse a otros órganos y sistemas como el pulmón, hígado o el sistema nervioso central, incluso la córnea.

Tratamiento y pronóstico

Los especialistas de Clínica Universidad de Navarra recomiendan el uso de antivirales como aciclovir, valaciclovir o famciclovir, ya que el herpes simple responde a ellos.

“Estos antivirales son más eficaces si se emplean de manera precoz y en una dosis suficiente. Se indican cuando la infección tiene cierta importancia, es muy molesta o tiende a cronificarse, disminuyendo los síntomas y evitando recaídas”.

Por su parte, el dolor neuropático que provocan es de difícil tratamiento. “Se suele indicar neurofármacos ya que los analgésicos normales son poco eficaces”.

Además, se han relacionado con algunos tumores como por ejemplo, el herpes genital “que guarda relación con el cáncer de cuello de útero, especialmente si se asocia a otras infecciones como el papiloma virus humano”, indican desde Clínica Universidad de Navarra.