La epilepsia afecta a 50 millones de personas de todo el mundo y se trata de la causa neurológica más común de muerte

Especialistas en Neuropediatría de la Clínica Universidad de Navarra han puesto en marcha cinco ensayos clínicos dirigidos a menores que sufren síndrome de Dravet, síndrome Lennox-Gastaut y esclerosis tuberosa “con el objetivo de frenar las fuertes crisis epilépticas que les producen estas enfermedades”, asegura la Dra. Rocío Sánchez-Carpintero, pediatra y neuróloga infantil de la Clínica.

La epilepsia es una enfermedad cerebral crónica muy frecuente, que afecta a personas de todas las edades, aunque es mayor la incidencia en los primeros años de vida y en la tercera edad. Se calcula que afecta a 1 de cada 100 personas, aunque aproximadamente un 70% de los casos se puede controlar o curar con fármacos.

Tres millones de españoles con enfermedades raras

Según la Organización Mundial de la Salud, en todo el mundo, unos 50 millones de personas padecen epilepsia, y es la causa neurológica de muerte más común. Por ello, se hace patente la necesidad de una investigación continua y de calidad.

Las enfermedades raras son, en su mayor parte, crónicas y degenerativas. Por lo general, suelen iniciarse en los primeros años de vida. En España, alrededor de tres millones de personas padece un trastorno poco frecuente. Dentro de estas patologías, las personas que padecen el síndrome de Dravet, el de Lennox-Gastaut y la esclerosis tuberosa sufren fuertes crisis epilépticas de difícil control. “Se trata de alteraciones que causan mucho sufrimiento a las familias por el gran desconocimiento que les rodea”, explica la doctora.

El caso de Adriana, una niña con síndrome de Dravet

El síndrome de Dravet es una enfermedad devastadora que provoca crisis epilépticas frecuentes, incluso de más de treinta minutos de duración, resistentes a los medicamentos. Causa estancamiento en el desarrollo cognitivo y aparición de  hiperactividad o trastornos de comunicación. Alrededor de 2.000 personas sufren esta enfermedad en nuestro país.

Una de ellas es Adriana, una niña que tuvo la primera convulsión a los cuatro meses. “Es una enfermedad con la que te sientes muy solo ya que, por ahora, no hay cura y no existen fármacos que controlen las fuertes convulsiones”, asegura su madre, Ainhoa. “Cuando te dicen que es una enfermedad curable no te puedes rendir. Hay que seguir trabajando. Y el único camino que tenemos es la investigación”, añade.

Por eso, la Unidad de Dravet de la Clínica, la primera unidad española creada para diagnosticar y realizar un tratamiento integral para personas que padecen esta enfermedad, ha diseñado tres ensayos clínicos para niños con este síndrome, con la intención de eliminar las fuertes crisis epilépticas que sufren.

Esclerosis tuberosa y síndrome Lennox-Gastaut

La Clínica promueve, además, un ensayo para controlar las crisis y mejorar la calidad de vida de niños con esclerosis tuberosa, un trastorno genético raro que causa el crecimiento de tumores no cancerosos en el cerebro y otros órganos.

Por otra parte, aquellas personas que padecen el síndrome Lennox-Gastaut, una encefalopatía epiléptica severa que puede provocar cientos de ataques epilépticos al día de muy difícil control, existe la posibilidad de participar en otro  ensayo clínico con un novedoso fármaco.

El objetivo de estas investigaciones es hacer llegar a los pacientes el beneficio de los nuevos fármacos y de las terapias más innovadoras, especialmente en este tipo de patologías en las que el tratamiento convencional no ha ofrecido resultados plausibles, tanto en curación como en control de la enfermedad.